Capitulo 5: la beneficencia
**Ale**
Temprano me levanté en la mañana, salí a correr como de costumbre, fui a desayunar al local de mi tía; recorrí más kilómetros está vez, mis pensamientos me dominaron y el estrés cada vez podía más que yo, necesitaba salir de esto lo más pronto posible. En la empresa las cosas marchaban normal, la paz había vuelto de una forma u otra, no volví a escuchar el nombre de Brad y el tío Hemry había vuelto a rondar en público con normalidad.
Despues de mi recorrido vuelvo a casa para darme una ducha y dirigirme a las oficinas, como era de esperarse Mateo aún dormía, despues de despertarlo y alistarme por completo bajamos ambos a desayunar nuevamente, bueno hablo más de mi; Mateo aún somnoliento salió a fumar al pasillo mientras yo preparaba los licuados, Francis no estaba en casa por qué tenía una reunión con Artur, Jason me escribió hace días contándome lo mucho que se aburría estando pendiente de tanta gente que no le importa, yo le dije que podía venir a la casa a quedarse unos días, posiblemente en la noche al regresar me lo encuentre aquí.
Carlos nos llevó esa mañana al edificio, al entrar me lleve la sorpresa que Julie estaba allí aguardando en la sección de pasantes por lo que por ética no podía influenciar ya que sería preferencia; pase por su lado dandole un pequeño saludo y seguí mi camino nuevamente, Mateo me quedo viendo con una cara extraña pero no me importo; hoy era un día largo, nos aguardaban un montón de tareas y papeleo, reuniones y propuestas que redactar, está era la semana donde los inversionistas reanudaban los contratos con nosotros, necesitábamos volverlos a convencer que seguimos siendo la mejor opción a la hora de elegir una constructora y organizadora sin fines de lucro.
-- Buenas, ¿Se puede entrar? - una voz interrumpe mis labores
-- ¿Que haces aquí? -me dirigo a ella sin mirarla - Pensé que te iban a asignar una pasantía.
-- No quedé - respondió ella
-- ¿Por qué ? - ahora sí le doy mi atención.
-- Por qué una tal Adriana parece estar celosa de mi trato con el jefe - dice ella con un tono sarcástico.
Mateo y yo nos reímos ante tal ocurrencia de esta chica.
-- ¡Julie por Dios! - exclama mi amigo - ¡Que estupidez más grande!
-- Recuerda que recursos humanos fantasean con nosotros - respondo devolviendo el chiste.
Me volví a reír pero Julie seguía sin entender a qué nos referiamos. La invité a sentarse, tal vez ya era hora de tomar un descanso momentáneo; le pedí a Nicol que nos trajera unas bebidas y unos snacks para pasar el rato.
-- ¿Quien es Nicol? - pregunta ella.
-- La secretaría- responde mi amigo dando una mirada un poco más pervertida.
Esta vez Julie es quien se ríe ante las estúpideces de mi amigo. Así fue que se nos pasó el resto de la mañana y parte de la tarde, Mateo haciendo comentarios absurdos para hacernos reír, Julie apoyado las estúpideces de mi amigo y yo más atrás siguiendoles el juego a ambos.
Sin mentirles si terminamos el trabajo y más rápido que lo común, la compañía de Julie ese día fue grata mejoro el ambiente tenso que siempre había en la oficina, hasta Nicol se nos había unido en nuestra reunión de comadres chismosas. Cajas de pizza vacías adornaban la oficina que en algún momento era ordenada.
La tarde se había acabo y aún seguimos en la oficina encerrados, nunca habíamos parado de reír, el estómago me dolía ya y la cara la tenía adormecida de el esfuerzo hecho por reír tanto, Francis se nos unió a la mitad de la tarde, hasta Jason había llegado y todo se volvió un despelote, el alcohol se había hecho presente y el efecto que nos causaba era el indicado para seguir haciendo estupideces por lo que restaba de la noche.
