Se puso frente a mí, me tomó el rostro con ambas manos y comenzó a besarme desenfrenadamente. Wow. El deseo que sentía en ese preciso momento, estaba recorriendo mi torrente sanguíneo como lava en erupción, su pene rozaba mi sexo y mi cabeza explotó. Lo muerdo, mientras responde con un gemido. Yo también puedo jugar este juego, pensé, pero mi subconsciente me reprende de inmediato. Debes parar.
Sus manos recorren mi cuerpo con frenesí, quitándome la ropa en cuestión de segundos hasta dejarme completamente desnuda y repitiendo la acción, pero esta vez, para que él quede con la piel al descubierto. Me toma en sus brazos con las piernas cruzadas sobre él, me dirige a la habitación que ya conocía tan bien y me deja de pie frente a la cama. Con los ojos lascivos y llenos de lujuria, se pone de rodillas sin quitarme la vista de encima, pasando la lengua por sus labios hasta que posa una de sus manos en mi trasero y lo acaricia lentamente, terminando en una fuerte nalgada. Me estremezco. Girando mi cuerpo, me deja con los brazos extendidos sobre la cama, abriendo mis piernas mientras me mantengo de pie y siento como vuelve a acariciar mis nalgas hasta que me comienza a golpear una y otra vez. ¡Rayos!. Lo oigo gemir al unísono siento las nalgadas, mi piel comienza a hervir por completo, sus manos comienzan a deslizarse sobre el área ya sensible ante el tacto y se convierte en un sensual cosquilleo. ¿Por qué tenia que ser tan crudo y tan carnal, pero a la vez sublimemente delicado? me excitaba tanto. Cuando creía que ya había terminado esta incesante previa, desliza la mano entre mis nalgas ya enrojecidas y me aprieta el sexo, haciéndome vibrar en una sensación tan exquisita que podría haberme embriagado.
Al momento en que iba a girar mi cabeza para verle el rostro, me nalguea una vez más y siento como su lengua comienza a recorrer mi vagina con un manejo digno de actor pornográfico. Mi cabeza no para de dar vueltas, me siento en un limbo donde mi cuerpo se estremece ante una mezcla de excitación e impaciencia por tenerlo dentro. Mientras su lengua hace el trabajo oral, siento como mete un dedo hasta el fondo de mi sexo para hacerlo repetidamente una y otra vez. ¿Me quiere matar? cuando sentía que ya no podría resistir más el orgasmo, me embiste sin piedad, gozando de su penetración y hasta cuando el clímax estaba por llegar, sale de mí. Quédate quieta, me dice jadeando. En cuestión de segundos, mi espalda comienza a sentir un liquido caliente recorriendo cada pliegue y un grito ahogado entre dientes que provenía de Jimin.
- ¿No has terminado? - Su voz destilaba deseo. Él lo sabia - Supongo que no.
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Deseo Púrpura
FanfictionDesear a otro jamás ha sido tan placentero como cuando logras llevar a siete hombres, Namjoon, Jungkook, Seokjin, Jimin, Taehyung, J-Hope y Yoongi, a las historias más sensuales, ardientes, entretenidas, originales y estimulantes que hayas leído. ...