One-Shots Supercorp

Juego

Kara

Llevaba toda la semana reuniendo información sobre los juguetes sexuales y que uso darles, ya había tenido la conversación con Lena y dijo que estaría bien probar.

Nunca lo había hecho por lo tanto me mantuve unos días buscando toda la información posible para probar con Lena, estaba intrigada y visitando páginas webs, hubo una en especial que me llamó a la atención y decidí guardarla para luego, por ahora me centraría en los juguetes.

Pedí los necesarios y me sorprendí de lo rápido que llegaron, aproveché que Lena tenía varias reuniones con algunos inversionistas de L-Corp. El lunes para usarlos.

Lunes por la mañana

Al plantearle mi idea a Lena ella solo sonrió con picardía aceptando. Yo me dediqué a explicarle lo que tendría puesto.

Kara: Te pondré un vibrador con mando a distancia en la vagina, yo estaré cerca, aunque no me veas, tendrás que actuar normal frente tus inversionistas, Lee. También tendrás unas bolas chinas con vibrador, ¿Alguna pregunta, Lee?

Lena se sentó en mis piernas dándome un largo beso y sonreí ante aquello correspondiendo totalmente, acarició mi mejilla y me miró directo a los ojos.

Lena: No conocía esta parte de ti, pero te juro que me encanta, amor. No tengo preguntas, pero si tengo que irme porque no quiero llegar tarde a la empresa.

Asentí y le coloqué los juguetes, lubricando la zona para no hacerle daño, escuché un gemido de su parte y por muy tentada que me haya sentido de follarla allí mismo, debía dejarla ir a trabajar.

Kara: Todo listo amor. Activaré los juguetes cuando menos te lo esperes, te amo.

La jalé hacia mí para darle un tierno beso y super que, por error, activé el vibrador haciendo así que las palabras de Lena murieran en su boca, se le escapara un gemido y me pegara suavemente en el pecho.

Lena: También te a... ¡Kara! Si lo vuelves a hacer no podré ir a trabajar y tendrás que hacerte cargo.

Sonreí y la llevé a L-Corp.

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Lena

Con los juguetes que Kara me había puesto cada paso que daba era tortuoso, estaba excitada por el simple hecho de no saber en qué momento Kara activaría los juguetes. Me mantuve firme e hice los pendientes que tenía antes de recibir a los inversionistas.

Estaba sentada en mi oficina cuando Jess me comunicó que debía asistir a la sala de juntas ya que era hora de la reunión. Fuí hasta la sala de juntas ya preparada para la presentación, sin problema alguno fuí explicando los proyectos nuevos que tenía en la empresa y los beneficios que les daría a todo aquel que invierta en ellos, hasta que sin aviso previo siento como el vibrador de mi vagina fue accionado, tuve que apoyarme de la pared y aclarar mi garganta intentando ocultar el gemido leve que acababa de salir.

Retomé mi postura y continué explicando los temas cuando se activaron nuevamente los dos vibradores, tuve que apretar mis piernas discretamente y maldije bajo al darme cuenta de que si no hacia algo rápido los inversores empezarían a hacer preguntas. De todas formas, intenté seguir con la reunión mientras sentía como algunas palabras morían en mi boca, mi voz sonaba más débil por momentos y tuve que sentarme al ver como las piernas me fallaban. Aunque no lo parezca estaba disfrutando todo aquello, el saber que en cualquier momento alguien podría darse cuenta de lo que estaba pasando me mantenía la libido alto, quería seguir con aquella tortura majestuosa.

Kara

Estaba viendo todo desde las alturas de un edificio usando mis rayos x, estaba disfrutando de torturar así a Lena, le di unos minutos de descanso para que diera por terminada la reunión. Bajé hasta el balcón de la oficina de Lena, la esperé allí con una gran sonrisa y el mando de los vibradores en la mano, al entrar en su oficina me vió y lo siguiente que hizo fue cerrar su oficina con seguro para acercarse a mí con una sonrisa.

Lena: Me has tenido sufriendo mientras que disfrutabas de la vista y por lo visto disfrutaste bastante ya que la Karaconda está bastante emocionada.

Asentí tomándola por la cintura y empezando a dejar besos en su cuello, activando nuevamente los vibradores.

Kara: No voy a negar que lo disfruté bastante, pero ahora es mi turno.