A veces cuando estoy sola y tengo mucho tiempo para pensar suelo recordar esos primeros días. Donde reinaba la timidez y el nerviosismo al tocar nuestras manos. Cuando me mirabas de la forma en que se miran las cosas importantes, así me sentía. Los días donde las charlas se extendían hasta las madrugadas y me dejabas conocerte, esos días cuando el sueño no figuraba entre las prioridades porque se trataba de vos. Los días cuando me querías, y entonces lloro, porque te extraño... Pero solo un poco.
Hay momentos en tu vida tan profundos, tan extraordinariamente mágicos que incluso el recuerdo de ellos es suficiente para sentir que estás siendo consumido por el fuego. Momentos que pueden no significar mucho para nadie, pero significan el mundo para vos.
Todos mis momentos así llevan tu nombre.
Te cuento que existió un tren el cual perdió un vagón y terminó descarrilado por las vias. Pero un tren puede funcionar sin vagones muy bien, aunque no es lo mismo, puede. Pero ¿De qué sirve un tren que no transporta nada?
Pensar en las cosas que pudimos haber logrado juntos, vos con tantas ganas de viajar hasta encontrar donde pertenecías y yo que en silencio siempre quise ser ese destino. Ese lugar donde podrías decir "De aquí soy" pero no fui más que el tren, uno que te llevo por un rato hasta llegar a otra estación. Duele darme cuenta que siempre pedí más de lo que estabas dispuesto a darme. Sin embargo, lo poquito que recibía era suficiente; porque llegaste a otra estación como era de esperarse y yo desee tener una vía interminable que pudiéramos seguir juntos, sin ningún destino. Vos, yo. Siempre.
Hoy me lastima aceptar que yo te permití todo, la forma en que me dejé tratar debería ser suficiente para que tuvieras una muestra de la inmensidad de cosas que me hacías sentir. Siempre me apegue a la idea de que algún día lo verías -Cosa que por cierto nunca sucedió- Seguía con vos pese a todo porque ahi es donde quería estar a conciencia de que no era mi lugar.
Me rompiste y no solo una vez, cuando por fin todas mis piezas rotas estaban moviéndose en sintonía hasta volver a encajar vos volviste a aparecer con tus promesas y toda tu retórica haciendo que todo se fuera abajo. De nuevo.
Caigo en cuenta que es mi culpa porque nadie me dijo que las segundas oportunidades eran para resarcir los daños hechos posteriormente, eso lo asumí yo por boluea, pero también por humana. Y quizás, solo quizás por amor.
Desde que te fuiste nunca más me he atrevi a preguntar las cosas de manera directa. Temo invadir espacio peligroso o terreno inestable en la vida de las personas asi que tiendo a escoger interrogantes que puedan ser solventadas con una respuesta superficial y segura o una profunda permitiendoles así escapar de la situación si es lo que quieren hacer sin sentirse acorralados. La mayoría de veces imagino escenarios donde el sujeto en cuestión me da una respuesta larga, intensa y comprometedora.
Esto lo hago porque me aterra que cualquiera me pregunte cualquier cosa acerca de mí porque no sabría mentir si abren el signo de interrogación en el lugar correcto es que no quiero hablar de vos y todavia no aprendo a definirme sin que vos estés involucrado
Las mañanas.
Todo es confuso a esas horas. Incluso más que en la madrugada. Conforme el sol empieza a asomarse me siento más asustada vos ya no estás y no sé si lo voy a hacer bien o será todo un fracaso inminente. Aunque a la vez siento algo-mucha― emoción sobre estar por mi cuenta, quizás es hora de empezar a vivir, vivir de verdad. Pero la sensación de que algo falta nunca se escapa por completo, la idea de que debería estar en otro lugar, con otra persona.Quiero hacer tantas cosas pero tus cadenas aún me atan cada vez que intento volar me devuelven al final de vos, todavia busco la manera de un nuevo comienzo. Esta vez sola borrando las líneas escritas en pasado, olvidando todo lo que quedó cuando te fuiste.