Enséñame a Amarme

5 | Aroma a violetas

Llegaron a la residencia y Namjoon fue invadido por una sensación inexplicable de paz.

La sala era tan acogedora predominaba el estilo shabic, chic tan femenino y delicada, con el color lila y blanco como la paleta de color principal, se respiraba calor de hogar.

—Disculpa el desorden—dijo la pelirroja.

El la miro sorprendido porque en esa casa nada parecía fuera de su lugar.

—Si no te importa ¿Podrías quedarte con los niños?, necesito quitarme el disfraz, ya no lo soporto.

El movió la cabeza de manera afirmativa porque no la entendió y no quiso quedar como tonto.

Namjoon se encontraba en el centro de la sala observando todo a su alrededor, pero su atención se posó en la vitrina que tenía a su derecha, era el típico mueble utilizando para exhibir las fotos familiares y en el centro. la imagen principal genero una mezcla de pesar y algo de celos, era una pareja el día de su boda, Felicia estaba hermosa con su vestido, junto a ella abrazándola estaba un hombre muy apuesto con el cabello de color negro, los ojos de color verde, muy alto de tez blanca y con un cuerpo que evidenciaba su gusto por el ejercicio, al ver la foto Namjoon descubrió que los mellizos eran la mezcla exacta de sus padres, pues tenían los ojos del color de Fausto y el cabello era de color rojo como el de Felicia, una dulce vocecita saco a Namjoon de sus pensamientos.

—Era muy guapo mi papa ¿No lo cree sensei?.

—Si lo era Maggie, se veían muy bien juntos, ¿Lo extrañas mucho?.

—Si, todos los días, pero para mí la mejor forma de honrar su memoria es seguir adelante no dejar que la tristeza de su ausencia me atrape, a él no le gustaría eso, en cambio, para mi mami es distinto, llora todas las noches cree que no lo sé, pero la escucho, sentirla así sí que me pone triste, aunque ¿Te cuento algo?.

—Por supuesto pequeña dime.

—Hace aproximadamente 2 semanas creo que ya duerme mejor al menos casi no la escucho y además volvió a poner música mientras cocina y sobre todo volvió a bailar, solo falta que Simón empiece a sanar aun no puede empezar a avanzar.

El ambiente se llenó de un aroma a violetas, era Felicia entrando a la sala vestida con un sencillo vestido algo suelto color purpura su cabello aun lo tenía sostenido por un moño y sus pies eran libres de los tortuosos zapatos, si Namjoon guardaba alguna duda sobre los sentimientos que albergaba en su interior hacia Felicia al verla así tan natural tan bella su epifanía fue total, amaba a Felicia Rivera.

—Mamiii!!!—grito Maggie—Estas hermosa, hace mucho que no te pones ese vestido.

—Pero si lo use el otro día ¿No te acuerdas—dijo la mujer con sonrojo en sus mejillas.

—Sabes que no mama, pero no importa me encanta cuando estas así de bella, ¿No le parece bella mi mami sensei?.

—Por supuesto que si—dijo Namjoon

Camino hacia la pelirroja hasta quedar a un palmo de la nariz de la joven mujer, su mirada ya no era tierna si no todo lo contrario, en ella se reflejaba deseo puro, realizo una respiración profunda cerca de su cabello.

—¿A que hueles?.

—Vio..violetas esencia de violetas—dijo Felicia nerviosa.

Se retiro del alcance del profesor aprovechando la llegada de Simón a la sala.

—Mamiiii.. qué bueno que te sacaste ese disfraz feo.

—Simón está el sensei habla en ingles se respetuoso.

—Es verdad—mira a Namjoon.

Baja su cabeza en señal de reverencia y en un perfecto ingles le dijo:

—Lo siento sensei.

—¿Por qué si tú también sabes el idioma no lo hablas en clase?.

—Simple—dijo el niño—Es clase de coreano entonces se habla coreano.

Salió corriendo en dirección a la cocina, donde ya se encontraba su madre.

—Ay, es tan inmaduro.

—Maggie tienen la misma edad, son mellizos—comento Namjoon.

—No, yo soy 3 minutos mayor, me da más experiencia.

Estaba por irse a la cocina pero decidió agregar algo más.

—Por mi madre no te preocupes tú también le gustas hoy lo termine de confirmar, pero esta asustada.

Namjoon miro con temeroso asombro a la niña.

—¿Que dices?.

—Sensei, veo como la miras y estoy segura de que si yo no hubiese estado aquí hubieses querido besarla, cuando la viste entrar a la sala, pusiste los ojos que pone Simón al ver un helado en pleno verano.

Desde la cocina se oye la voz de Felicia llamarlos, internamente Namjoon se lo agradecido no sabía que responderle a la perspicaz niña.

—Maggie, señor Kim, vamos a preparar la torta.

—Ven sensei, hoy comerás dulce de leche.

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