Narra Aonung:
Después de que ganásemos la batalla, llevamos a Leah a la isla. Yo no podía separarme ni un segundo de ella, no puedo estar sin ella.
Ronal: Hijo, llévala a la choza del chamán. Sígueme-agarré el cuerpo sin vida de Leah-
Aonung: Mamá, ¿qué pasa?-dije posándola en el suelo de la cabaña-
Ronal: ¿Quieres que viva?
Aonung: Pues claro que quiero, la amo
Ronal: Aún cabe una posibilidad de que no esté muerta, pero será un proceso doloroso para ella y doloroso para ti por verla sufrir
Aonung: ¿Eso significa que vivirá?
Ronal: No del todo, tiene que pasar por Eywa y volver. Está muy débil
Aonung: Por favor mamá, intenta salvarla no puedo estar sin su sonrisa-dije sin detener mis lágrimas-
Ronal: Se nota que la quieres, haré todo lo que pueda por salvarla. Después de todo es parte de la familia
Aonung: Gracias madre, ¿escuchaste Leah? Vas a estar bien, vamos a seguir juntos-sonreí como pude-
Ronal: Necesito que cierres la puerta-hice lo que me pidió-
Sacó unas agujas y un manuscrito antiguo. Agarró un tarro de unas hojas que nunca había visto y se arrodilló junto a Leah.
Ronal: Oh gran Eywa, madre ayúdame a traer devuelta junto a nosotros a Leah tú hija. Ayúdame a que mi hijo sienta su calor y su sonrisa día a día de nuevo-sopló su herida para soltar aire-
Repitió esa misma acción para retirar las agujas de su cuerpo, vi como el cuerpo de Leah reaccionaba y me acerqué más a ella. Madre metió las hojas que antes estaban en el tarro en la herida de Leah y ella gritaba de dolor.
Aonung: ¡Le haces daño!-dije preocupado-
Ronal: Su cuerpo reacciona pero ella no está sintiendo el dolor, ahora mismo está con Eywa. Ni nos escucha ni siente el dolor. Solo reacciona como si lo sintiera
Después de que sus gritos cesasen puso encima de sus heridas una flor de coral y juntó sus manos en su pecho. Cerró sus ojos mientras que recitaba un ritual y yo solo podía ver a Leah.
Aonung: ¿Ahora está viva?
Ronal: Hijo...
Aonung: Madre dime que pasa
Ronal: Lo lamento
Aonung: Madre dímelo ya-dije mirándola con preocupación-
Ronal: Estaba muy débil y no ha podido superarlo-caí de rodillas al suelo-
Aonung: Me prometiste que ibas a estar segura-miré a Leah mientras acariciaba su rostro-
Ronal: Hijo-me llamó-
Aonung: No he sido suficiente para protegerla, no pude mantenerla a salvo como le dije. Le dije que estaría con ella siempre, protegiéndola y ahora está sin vida. ¿No soy suficiente?
Ronal: Aonung claro que eres suficiente, has estado con ella siempre. Pero escuchame, aún cabe una mínima posibilidad de que esté viva
Aonung: ¿Qué?
Ronal: Si, ahora no escuchamos sus latidos porque su cuerpo no está despierto. Con el paso del tiempo sus órganos irán despertando y tendrán funcionamiento hasta hacerla despertar
Aonung: ¿Va a vivir?
Ronal: Es una mínima posibilidad hijo, tendremos que ponerlo en manos de Eywa. Te dejaré a solas con ella-dijo para salir de la cabaña-
Aonung: Leah, no sabes cuanto me duele tenerte a mi lado sin poder ver tus ojos. Sin poder ver tu sonrisa, sin escuchar tus tonterías todas las mañanas, ver como frunces el ceño para así llamarte abuelita. Te necesito conmigo, te necesito a mi lado. Sin ti nada de esto tendría sentida, mis sentimientos, mis pensamientos. Has hecho que todo ello tengo sentido y por primera vez de una oportunidad al amor-dije para besar su frente- Te amo Leah, por favor vuelve a mi lado como prometiste y casémonos. Estaré esperando a que despiertes día tras día para volver a verte, te amo mi amor