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Mats。

Acabo de hacer algo realmente estúpido, pero no estúpido por las razones que Brock cree. Los odiosos de internet van a dar con Brock, estoy seguro, y a ella se le vendrá la "fama" encima. El mundo no querrá saber quién es la chica junto a mí, qué relación tenemos, yo solo soy la catapulta de Brock hacia el ojo público, el mundo querrá saber quién es esa belleza y por qué no está desfilando en grandes pasarelas o haciendo películas para Hollywood. Cuando digo que Brock es hermosa, no me refiero a de esas hermosas mujeres que te cautivan, ella es de esas hermosas que los productores ven por la calle y quieren convertirlas en estrellas.

Espero estar equivocándome, espero estar exagerando.

Miro a Brock, feliz porque subí una foto nuestra. Sé que por ese lado hice lo correcto. Si esa imbecilidad le emociona, pues la hago, así como ella se quitó los anillos, lo que para ella era una imbecilidad, para mí significa mucho.

Brock llama a las niñas a almorzar. A los grandes nos sirve la comida en platos color marfil y a las niñas en platos de plástico con forma de flor con separaciones en cada pétalo, donde les sirvió los ingredientes de la comida por separado.

Las niñas se sientan una frente a otra y Brock y yo también quedamos uno frente al otro.

—¿Ustedes se conocen? —nos pregunta Isis a Rafaela y a mí.

—Es el novio de mi tía —contesta Rafaela, haciendo que me atragante con la salsa de la pasta.

Me da un desagradable escalofrío cuando los ojos de Brock penetran los míos por unos breves segundos y luego me ignora. Vi odio en esa mirada.

—¿Usted no tiene novio? —le pregunta Rafaela.

—No. Isis no me deja —bromea. Sus labios dibujan una sonrisa, pero sus ojos guardan rencor y siento que es hacia mí.

—No, porque los hombres son malos —le explica Isis a su amiga.

—Mats no es malo, trajo flores y compró un juguete —le debate Rafaela.

—Tú no sabes, no vives con él. Los hombres son malos cuando viven contigo.

—Mi papá no es malo y vive conmigo.

Brock ya no sonríe. Empuña las manos sobre la mesa para que no tiemblen. Isis mira a su madre, gradualmente confundida, no entiende por qué hay un hombre viviendo en casa de su amiga y no es malo, si, según su experiencia, así son los hombres. Esa es mi conclusión.

—Cariño —le habla Brock a Isis con su tono de voz amoroso de madre—, no todos los hombres son malos, no le digas esas cosas a tu amiga, la vas a asustar. En la noche podemos hablar si te queda alguna duda, ¿está bien?

Isis dice que sí con la cabeza. Los niños y su habilidad para decir cosas en el momento menos apropiado... Brock traga saliva y pasa sus ojos a su plato. No quiere mirarme para hacerse una idea de qué estoy pensando. Pues esto estoy pensando: Le temes a los hombres enojados, odias a los hombres, no crees en las relaciones formales, no quieres a un hombre en tu vida y tu hija cree que el hombre es malo cuando viven en la misma casa. Ahí sufriste, ¿no? En tu propia casa, a manos de un hombre, y tu hija lo vio todo. Ya sé qué pregunta te haré la próxima vez que tengamos la oportunidad de hablar.

Después de comer, Brock les pregunta a las niñas si quieren decorar cupcakes más tarde. Las niñas exclaman de felicidad. Brock le recuerda a su hija que debe cepillarse los dientes, entonces las niñas desaparecen de nuestra vista. Llevamos los platos sucios al fregadero, me ofrezco a lavarlos, Brock responde con un distraído ok. Ella empieza a reunir los utensilios para hornear los cupcakes mientras constantemente suena el silbidito del pájaro en su celular que dejó olvidado en el mesón de la cocina. Toca la pantalla para enterarse del motivo de los silbidos y decide que no es necesario responder. Ahora se pone a reunir los ingredientes.

Sol en invierno - Pronto se irá a BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora