𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟𝑒𝑠• 𝐴𝑛𝑡𝑜𝑖𝑛𝑒 𝐺𝑟𝑖𝑒𝑧𝑚𝑎𝑛𝑛

▫️Cap. Uno

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Narrador omnisciente

España.

Un nuevo lugar donde vivir, donde parecía que era el inicio de una nueva vida para Brianda. ¿ era así?, si, pero no de la forma en la que ella se imaginaba.

La joven de veinte años imaginaba que corsaria la Universidad sin más, pasando desapercibida y teniendo una vida completamente normal.

No, no podía cuando se encontró con la familia que le daría "Posada" según ella.

Brianda era una chica que iba de intercambio a España por un año, uno donde sería el más aventurero de su corta vida.

Le dijeron que la familia que la recibiría era nada más y nada menos que Los Griezmann Choperona. Ella no se inmutó al escuchar aquellos apellidos, pues no era conocerdora de ese mundo.

Cualquiera con escuchar el apellido Griezmann se preguntaría se trataba del futbolista francés de treintaiún años, pero Brianda no.

Ella no tenía idea de lo que era ese mundo, así que creyó que sería una familia más. Enorme fue la sorpresa que se llevó al bajar del auto.

Erika había ido por ella, en todo momento le recalcó que era bienvenida, que se sintiera libre y como en casa.

Cuando bajaron Brianda se sorprendió al ver la enorme casa que tenía enfrente, para ella era un mansión. Había visto casas en su país natal, México, pero no tan hermosas como lo era aquella en ese barrio privado.

Erika le abrió la puerta para que pasara, inmediatamente pasaron por el pequeño patio delantero para subir los escalones y llegar a la entrada de la casa. Nuevamente Erika abrió tal puerta y ambas entraron.

La sala estaba inundada de risas de niños, tres para ser exactos. Brianda veía con una sonrisa la escena, había un hombre con la cabeza teñida de rosa correteando a los tres niños.

Parecía que estaban jugando y se estaban divirtiendo, el hombre llevaba un short deportivo y una playera blanca simple. Estaba descalzo corriendo por la alfombra al igual que los pequeños.

Erika se sintió apenada al ver los juguetes regados por la casa, quería darle una buena impresión a la joven de intercambio. Nunca nada le salía como quería, anteriormente ya habían venido tres jóvenes y por más que intentaba dar buena impresión, no podía por sus hijos y esposo.

— ¡ llegamos! — gritó ella llamando la atención de las cuatro personas frente a ella.

Antoine cruzó mirada con aquella Morena clara, de cabello negro y ojos cafés. El futbolista le brindó una sonrisa amistosa y amable, la cual fue correspondida de inmediato.

— Primero que nada disculpa el desorden, pero mis hijos aveces son incontrolables — se disculpó — Y mi esposo también.

Su mirada se posó en su esposo, quien disimulo no haberse dado cuenta del reproche en sus palabras.

— Tu debes ser Brianda, mi esposa me habló mucho sobre tí — comentó Antoine dando pasos hasta acercarse al par de féminas.

— Brianda Salazar, mucho gusto — le extendió la mano, la cual Antoine estrechó gustoso.

— Antoine Griezmann, el gusto es mio— se presentó el.

Brianda vió por encima del hombro de Antoine, los tres pequeños la veían expectantes a la joven.