Nunca imaginó encontrarse yendo todos los días a aquel restaurante simplemente por querer volver a ver aquellos profundos ojos negros que parecían ver a través de su alma.
'Le Select' se había convertido en su restaurante preferido desde que entró p...
El sol ya se había ocultado y el castaño por fin había logrado salir del edificio, alzó los brazos y se estiró, todos sus músculos estaban entumecidos y pedían a gritos por un descanso, pero su estómago a su vez pedía a muerte algo de comida.
- ¿Irás a casa?- preguntó HoSeok mientras salía del edificio detrás de NamJoon, se colocó su mochila y miró hacia en frente, a pesar de haber mucha gente el silencio que había era exquisito, se notaba que era viernes.
El castaño se lo pensó por un momento, no quería tener que ir a casa y cocinar- No, primero iré a otro lugar- dijo, recordando aquel lindo restaurante que había conocido hace un par de días atrás.
- Muy bien- rodeó al castaño por los hombros y lo apretujo levemente- Entonces nos vemos mañana- lo soltó y comenzó a caminar tranquilo bajo la mirada de NamJoon- ¡Que tengas linda noche!- alzó una mano a modo de despido y continúo su camino, perdiéndose entre las calles.
NamJoon sonrió y también se puso en marcha, cruzando la calle hasta ir a la parada del bus, el cual esperó con mucha paciencia, cuando llegó lo abordó y tomó asiento en uno de los lugares libres a un lado de las ventanas, observando las calles mientras el autobús le llevaba.
Una vez el autobús llegó a su destino se bajó y esperó a que volviera a partir, comenzó a caminar despacio y después de unos minutos llegó a aquel cruce de calle donde enfrente se encontraba el restaurante 'Le Select', esperó a que la luz cambiara a su favor y cruzó, llegó hasta la entrada y entró, fue hasta la barra como la última vez y ahora fue atendido por una bonita chica rubia con una sonrisa radiante.
- Bonne nuit, puis-je prendre votre commande?- preguntó la chica amablemente mientras sacaba una libreta de su bolsillo para anotar el pedido del castaño.
- Bonsoir, Pourrais-je avoir une Salade Chèvres Chauds?- recordó aquel plato que también le había llamado la atención la última vez.
La chica anotó el pedido y volvió a mirar a NamJoon- Votre nom s'il vous plaît- preguntó.
- Kim NamJoon- respondió el castaño mientras se distraía observando a su alrededor nuevamente.
- Votre nourriture sera bientôt prête- NamJoon agradeció y como la última vez fue a buscar una mesa donde sentarse, dirigiéndose al mismo lugar que antes, observó nuevamente las mesas del fondo y una vez más se encontró con una cabellera negra en una de las mesas de la esquina, en seguida reconoció al tipo de aquella noche, el cual levantó la mirada y se encontró con la suya casualmente.
Era el castaño de hace tres noches.
NamJoon se quedó estático por un momento al ser reconocido por el pelinegro, quien parecía no estar de tan buen humor aquella noche, su expresión era tensa y sus ojos irradiaban una chispa de rabia.
- ¿Se quedará ahí de pie toda la noche?- preguntó un poco brusco el pelinegro, quien, al darse cuenta de la manera que había hablado, bajó la mirada hacia el vaso de vidrio con el que llevaba jugando un gran rato, olvidando por un momento la presencia de NamJoon.
El castaño se recompuso, carraspeó y se dispuso a caminar nuevamente, llegó hasta la mesa a un lado del pelinegro y se sentó en ella, intentando ignorar la presencia del contrario, el cual hizo exactamente lo mismo, solo que de vez en cuando se dedicaba a mirar fijamente a NamJoon, examinando a este y las facciones que poseía, nunca antes había visto a alguien parecido.
Pasaron algunos minutos y preguntaron en alto por "Kim NamJoon", el nombrado levantó la mano y en seguida le llevaron su plato a la mesa, el cual se dispuso a comer casi al instante bajo una incomodidad muy grande.
- ¿Kim NamJoon?- preguntó en alto el pelinegro, desde que mencionaron aquel nombre lo estuvo repitiendo en su mente- Bonito nombre- terminó de tomarse el líquido que había en su vaso y cerró los ojos, sintiendo su garganta quemar, el castaño, con la boca aún llena de comida, se volteó a mirarlo, parpadeando un par de veces, procesando lo que había escuchado.
Tragó pesado- ¿Disculpe?- preguntó mientras se limpiaba la boca con una de las servilletas sobre la mesa.
El pelinegro sonrió de lado, apoyó su cabeza en una de sus manos, abrió sus ojos nuevamente y le miró atentamente- Que tiene un bonito nombre- repitió, al parecer los tragos ya le estaban haciendo algo de efecto.
NamJoon se le quedó mirando también, siendo incapaz de mirar aquellos ojos profundamente negros que poseía el pelinegro- ¿Cuál es su nombre?- preguntó sin pensarlo, siendo inconsciente de lo que estaba haciendo, hipnotizado ante aquella mirada tan dominante que poseía el contrario.
- ¿El mío?- preguntó, sorprendido ante la pregunta del castaño- Kim TaeHyung- respondió con simpleza, observando curioso los ojos del menor.
NamJoon se puso nervioso- Debería irme- se metió la última cucharada de comida a la boca y luego dejó el dinero correspondiente sobre la mesa, se puso de pie y se dirigió a la salida del lugar, huyendo de aquel hombre y sus palabras.
Salió casi corriendo del restaurante, perdiéndose entre las calles.
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