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Las aguas cristalinas donde se reflejaba el cielo donde el aire podía crear una leve ventisca, atrayendo un leve olor, la paz se podia sentir, con un clima totalmente cálido sin ser quemante ese era su lugar favorito. Haría lo que fuera por siempre tener el mar, donde quiera que fuera quería verlo.

Esa sensación de paz nuevamente apareció cuando el estaba viéndolo fijamente con esos ojos azules donde  el podia verse reflejado, sintió amor absoluto, no habría otro sentimiento además de eso.

Cada mañana al despertar admiraba el ser que tenía en brazos, veía las pestañas largar y risadas adornar el rostro leve mente bronceado, veía los labios carnosos y rosados, Dios era perfecto y jamás se cansaria de repertilo.

Y su parte favorita era verlo despertar, era cuando podría ver sus hermosas iris azuladas, era cuando podría verse asi mismo y confirma que esa persona solo lo veía a él y nada más que a él.

-  mi hermoso Daeyang, que haría yo sin ti. - hablo suavemente, depositando un beso en la frente de este.

- Kei, otra vez con ese apodo. - Río suavemente

- Jamás dejaré decírtelo. - dijo devolviéndole la sonrisa

- Bueno señor Talasofista es hora de levantarnos.-

- Sabes que no es solo por eso que.... - fue interrumpido con beso que correspondió al instante, al separarse Tobio mencionó

-Lo sé, si no fuera así creme que no estaríamos juntos. - sonrió con amor y nuevamente se enamoro.

Agradeció al destino al ponerlo en su vida, su océano por fin estába con el, su rey  gobernó con toda su gloria su corozan.

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