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Omnisciente 

Colombia estaba sentado en una mesa redonda, la reunión ni siquiera iba por la mitad y el colombiano ya se estaba durmiendo.

Fingía anotar lo que la ONU estaba diciendo pero en realidad sólo hacía garabatos en su cuaderno, ninguna palabra que no fuera exclusivamente 'Colombia' no sería procesada por su cerebro.

–... México..– fue la única palabra que hizo que levantara su mirada hacia el mencionado.

El mexicano tenía una cara seria y parecía que había pasado de ser 'el marihuano amigable' a 'si me tocas, mueres'. Tampoco parecía estar muy interesado en las palabras de la ONU.

Volvió su mirada al cuaderno esperando que el tiempo pasara rápido para volver a abrazar a su almohada.

–Entre los temas que hoy se nos han asignado, tengo uno de no mucha importancia– sonrió el pelinegro. –Colombia, no has estado muy pendiente a las juntas últimamente–

El mencionado se limitó a cerrar su cuaderno y por ninguna razón mirar a la ONU, sentía las miradas de todos sobre él y eso lo ponía nervioso.

–Les he dicho que cualquier conducta fuera de lo 'normal' sería sancionada, ¿no?– "Este hijueputa" pensó el colombiano jugando con la tapa de su cuaderno. –Estas son las consecuencias– 

Casi en pantalla grande estaba la imagen de Colombia haciendo lo que la mayoría ya sabía, pero no querían decir nada para no sonar groseros. Comprando droga en plena calle.

–¿Es en serio?– susurró Ecuador mirando ahora al colombiano quien trataba de hacerse bolita en su asiento.

Ahora era de verdad, todos lo estaban mirando sabiendo que había cometido uno de los peores errores, comprar aun siendo temprano.

Bueno, entre 'todos' habían dos excepciones, México quien ya sabía lo que el colombiano había hecho y Venezuela el cual no llegó a la reunión.(perdió el vuelo por que se quedó dormido)

–Te hice una sanción leve, solo 'Labores Comunitarias' tan simple como ayudar a otro country, como México, pero te negaste a hacer lo mínimo– los murmullos cada vez eran más fuertes. Colombia miró de reojo al mexicano quien ni siquiera lo volteaba a ver pero se podía imaginar esa expresión de satisfacción en su rostro. –Así que por tus acciones se te suspenderá de los movimientos y de las juntas–

El colombiano levantó su cabeza 'Al fin, ¿tendría un día de descanso?'.

Como si la ONU le hubiese leído la mente, habló. –No, no son vacaciones, tendrás el mismo o hasta más trabajo, simplemente no podrás saber de las decisiones que toma la junta o de los nuevos presentes– 

Como bien sabía el pelinegro, el trabajo de Colombia se triplicaría cuando su único medio de información se desvaneciera y solo le quedara buscar entre noticias y esperar que la que leyese fuera la 'correcta' entre tantas mentiras.

Algo así como que tu único medio de conexión con el mundo exterior se deteriorase y solo te quedan las migajas. 

'No, no era un acto inhumano, era un simple castigo de dos semanas' intentaba animarse a sí mismo el colombiano aunque sabía que estaba perdido.

–No te gustan las humillaciones públicas pero sí que te gusta causar escándalos– volvió a sonar la voz de la ONU en la sala.

El resto de la reunión Colombia se la pasó con la cabeza agachada, no tenía cara para mirar a sus amigos ni a sus hermanos, se sentía como ser regañado en frente de tus amigos.

Por fin, las 11 de la noche habían llegado y todos se levantaban de sus puestos recogiendo sus cosas dispuestos a irse a sus casas.

Colombia fue el más aliviado, quería irse a su casa, llorar al recordar lo humillado que se sentía y que todos olvidaran lo que había pasado.

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