ˏˋ°•*𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝐾𝑎𝑟𝑚𝑎.･*:｡

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ᘏOmnisciente;

Podía sentir su interior doler y desgarrarse, como aquellas manos tomaban su cintura sin cuidado dejando marcada su silueta, y como aquellos dientes dejaban marcas asquerosas por todo su cuerpo, el cual temblaba y dolía como los mil infiernos.

Lloraba pidiendo en súplicas que pare, que le dolía que no quería seguir, pero solamente era ignorado y golpeado brutalmente para que se callara, mientras los demás veían como se movía en su lugar queriendo escaparse de aquel agarre.

Podía mirar como los que se suponía eran sus amigos estaban en el lugar, y como sus dos parejas que le habían prometido cuidarlo lo habían usado para su placer mismo, sintiendo como su cuerpo poco a poco dejaba de responder quedando inconsciente.

A Sapnap no le importó y solo siguió dando embestidas.

-Que zorra-

Fue lo único que se escucha en aquella habitación proviniendo de Sally, la actual pareja de Wilbur el cual se encontraba viendo toda aquella escena, junto a Dream, punz, purpled y Karl.

Los cinco sin contar a Sally habían ya tocado con anterioridad a Quackity, siendo Sapnap el último, el cual ya había terminado abrochando su pantalón dejando en el suelo frío e inconciente al azabache.

Se fue de la habitación junto a Karl seguido de Dream y los demás, a nadie le importaba, a Quackity no le importaba.

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Solo podía sentir dolor y como líquido sali de su interior, intentaba levantarse pero le era casi imposible, y en uno de sus intentos todo la superficie de su entrada sintiendo como un escalofrío recorría todo su cuerpo sintiendo como una punzada se expandía por todo su cuerpo, al ver su mano vio como se hallaba un líquido transparente y uno rojizo, sabiendo al instante lo que era.

Lloro, no podía hacer más que llorar mientras sentía como el frío y dolor lo abrazaban, sintiendo como estaba solo en aquella habitación.

Se sentía solo, sucio, devastando enojado y más que nada triste y traicionado.

No podía creer que en las personas que más confío fueron la que ahora mismo lo utilizaban.

Estaba encerrado, sin escapatoria, sentía como su cuerpo temblaba y como de su nariz empezaba de igual forma a salir sangre. Quería morirse, quería gritar, quería sentirse asalvo, pero no podía, nadie lo estaba buscando pensando que estaba muerto, no tenía familia y los policías seguramente cerraron su caso como inconcluso, después de meses no lo habían encontrado y seguramente nunca lo harían.

Suspiro con pesadez, sintiendo como la perrita de la puerta era abierta, ahora por uno de los mayores del lugar, Dream el cual se hallaba con su típica capucha verde, pero en sus manos se hallaba un cuchillo de cacería.

Quackity quedo observando aquel objeto puntiagudo, al mismo tiempo podía sentir como la vista del rubió estaba fija en el y en su cuerpo, viendo como la puerta de hallaba nuevamente cerrada fijando su vista nuevamente en el cuchillo.

Gritos se escucharon, gritos desgarradores, que demostraban el dolor y desesperación que sufría la persona.

Y la puerta fue abierta, Sally que estaba afuera de la puerta esperando a Dream solo pudo ver aquella cabellera azabache y alas amarillas, siendo lo último que vio aquella sonrisa tan sinica que ya se había formado en el rostro del más bajo, el cual apuñalaba una y otra vez el pecho de la chica.

Fue atra vez de los pasillos, matando a Purpled el cual se había cruzado en su camino, seguido de Punz, Wilbur y de último sus dos prometidos. Con estos demoró más, cortando sus pieles y quitando trozos de esta misma, cortando sus lenguas, quitándole sus ojos y abriéndole la barriga a ambos, viendo todo los órganos que tenían. Lleno de sangre quito órgano por órgano, como el corazón, pulmón, hígado y estómago, haciendo para el un festín en la mesa, fue donde los cuerpos, poniendo a cada uno en una de las tantas sillas en la mesa, sirviéndole a cada uno un plato ensangrentado junto a un órgano distinto, y para el lo mejor de todo, los dos corazones de lo que eran sus amados.

Con una sonrisa más grande miraba todo su alrededor, viendo como tenía bastante que limpiar, al igual que a su mismo, empezando a comer rápidamente.

Podía sentir como aquellos pedazos de carne pasaban por su garganta, y aquella sangre pasaba a través de la comisura de sus labios.
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