Todos alguna vez en la vida hemos sido, un muro con grietas. A veces con pleno conocimiento y otras veces sin darnos cuenta, pero 9 de cada 10 personas en algún momento de su vida fueron eso, un muro.
Que con el pasar de los días, de los meses y hasta años se fue agrietando poco a poco, dañandonos cada vez más y todo por nuestra propia culpa.
Pongamos un ejemplo "Amoroso", el amor es ese sentimiento natural que fluye entre dos personas que se sienten atraídas entre sí.
El amor no se ruega, no se pide, no se espera. El amor se siente.
En muchas ocasiones de nuestras vidas nos pasa que tenemos una relación en la que creemos que ese amor ya no está presente, se esfumó, se acabó o simplemente caducó, nos dejamos de sentir bien estando al lado de esa persona y empezamos a observar un problema en todo.
Pero no es culpa tuya, ni culpa de tu pareja, el amor es física, es atracción, es destino. Y como todo lo que inicia tiene un fin el amor también tiene fecha de caducidad, muchas personas llegan a nuestras vidas para enseñarnos algo, llegan para darnos una lección o simplemente para superar un mal momento, luego de que estas cumplen su misión, de un momento a otro todo deja de encajar, es como si se desincronizara y empieza a fallar absolutamente todo.
Muchas veces nuestro ego y nuestro capricho no permite darnos cuenta a tiempo de que quizá ese amor ya venció y es cuando nos convertimos en "El muro con grietas".
Intentar controlar los principios de la naturaleza como el libre albedrío tiene un precio muy grande que pagar y eso nos lastima mucho, por que la vida no va a detenerse por un capricho nuestro.
La vida, el destino. Las cosas, seguirán su curso, seguirán buscando su cause debido a su fuerza de gravedad y nada ni nadie puede detenerlo, ni siquiera nosotros mismos, así intentemos hacer una barricada convirtiéndonos en un muro para intentar retener todo.
En realidad es una bomba de tiempo.
Supongamos que la vida es un desborde de agua y nosotros somos el muro tratando de detener que la vida continúe su paso, ¿cuanto tiempo crees que podemos contener esas aguas que siguen buscando su rumbo a toda costa?
Podemos convertirnos en un muro gigante y super resistente pero el agua seguirá subiendo, subiendo y subiendo y llega un momento donde tanta agua atascada, golpeando el muro una y otra vez, empieza a filtrarse, va creando huecos, grietas en el muro. Y empieza a pasar el agua poco a poco, gota por gota, haciendo que esas grietas se hagan cada vez más grandes.
Ese muro, somos nosotros, esa agua filtrándose pasando a través de nosotros, nos daña, nos lastima, nos duele. Pero lo que más duele es la falta de valor y la falta de amor propio por no reconocer que siempre hemos tenido la solución en nuestras manos, pero nuestro ego no lo permite ver.
Y la solución es simple, SOLTAR.
Apartarnos, quitarnos del medio,
Apartarse y dejar la vida siga su curso, su camino, para evitar que esta nos lastime. Puede que con el pasar del tiempo esas aguas retornen nuevamente a nosotros, como puede que nunca más la volvamos a ver.
Pero nunca debes olvidar que: Cada persona tiene su propio destino, su propósito. Es muy egoísta de nuestra parte pensar que los demás siempre estarán allí para satisfacer nuestros caprichos y deseos, cuando la misma vida ya tiene un plan elaborado para cada uno de nosotros y quizá en el plan de vida de ese amor que "Duele" no estamos incluidos nosotros y hay que aprender a vivir con eso.
