Serie de los CP 03 - Despertar Salvaje

Capítulo 2

A pesar de que había caído la noche y muchos de los otros cambiaformas habían dejado el cuartel general, Rat continuaba trabajando en su oficina. Así había sido últimamente. No es que se quejara, ya que disfrutaba de la tranquilidad cuando todo el mundo se había ido.

Tomó un largo trago de café, apenas saboreándolo, y continúo trabajando en la lista. Y al mismo tiempo monitoreando las numerosas cámaras de seguridad que

Yunho tenía instaladas.

Mientras que algunos pensaban que la seguridad extra estaba desbordada, Rat más que nadie entendía la paranoia de su líder. Durante unos meses habían lidiado con una filtración. Esto había empezado poquito a poco en algunas misiones para el gobierno humano que habían salido mal. Varios cambiaformas salieron heridos y unos cuantos habían muerto. Por un largo tiempo, sólo asumieron que algún humano los había vendido. Entonces, cuando las misiones que solamente los cambiaformas conocían, fallaban apenas las ponían en marcha, tuvieron que reconocer más allá de toda duda que tenían que enfrentarse a su peor pesadilla.

Uno de los suyos los estaba traicionando.

Rat suspiró y miró hacia los monitores. Todas las pantallas tenían la misma cosa, nada, esa era solamente otra noche aburrida.

—Hola —dijo Rat inclinándose más cerca de uno de los monitores. Un cambiaformas halcón había elegido ese momento para representar el baile de los muertos vivientes de Thriller . Eso sólo mostraba que en algunas cosas los dioses eran lo suficientemente buenos como darle incluso a Rat un pedazo de mierda como regalo. Sonriendo, se sentó a disfrutar la actuación. Aunque el cambiaformas halcón había escogido la vacía cafetería para su improvisada actuación, Rat no dudaba que el halcón creía que no tenía ningún testigo. Demonios era malo. Rat hizo una mueca y sacudió lentamente su cabeza con incredulidad. El tipo realmente no tenía ritmo. Casi sentía pena por el idiota.

—Lo triste es lo rápido que olvidaban las cámaras de vigilancia. —Rat sonrió y se aseguró de que la cámara estuviera grabándolo todo. Aunque el halcón le había parecido un hombre decente las pocas veces que habían hablado, no significaba que Rat no pudiera descargar el vídeo y enviarlo a todos los que conocía.

El teléfono principal empezó a sonar y Rat le dio la última mirada a la pantalla antes de extender su mano para descolgarlo. Agudizó su mirada para ver el identificador de llamadas y frunció el ceño. ¿Cómo en el infierno podía su madre llamarlo? La última vez que hablaron fue cuando sus padres patearon su trasero en una cuneta como si fuera la basura del día anterior.

Por un segundo debatió consigo mismo no contestar la maldita llamada. No era como si le debiera una mierda, pero la pequeña parte que todavía la amaba, se negaba a permitir que la ignorara. Con un fuerte suspiro, contestó.

—¿Sí? —dijo secamente. Si estaba esperando un

'Hola' o '¡Mamá llamaste!', entonces se había vuelto loca en los últimos años.

—Rat —su contestación fue cortante.

El hecho de que todavía se negase a usar su nombre de nacimiento, era como una espada clavada en sus entrañas. Pero se dijo a sí mismo que debía superarlo. No es que esperase algo distinto de ella. —¿Cómo conseguiste este número? —Estaba seguro como el infierno que no se lo había dado.

—Yunho me lo dio esta tarde cuando me llamó.

Ahora el que estaba conmocionado era Rat. Sentándose más derecho preguntó: —¿Por qué tendría que llamarte a ti?

—Oyó las noticias y pensó que deberías saberlo e incluso decidió que debería ser yo quien te lo contara — contestó simplemente, como si eso pudiera explicar algo.