Aléjate de mi familia

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-¿Cómo se te ocurre traer a tu conquista a nuestra casa?-Le reclamó en voz baja para que la intrusa de su hogar no escuchara.

-Yo no le pedí que viniera.-Le respondió.

-Pues dile que se vaya.

-Yongsun.

-No. -Le apuntó con el dedo y le habló con firmeza.-Acordamos que este asunto se quedaría entre nosotras, ellos no tienen por qué enterarse de tu nueva relación, así que no te atrevas a presentarte con ella en esta casa otra vez.

-Lo siento.-Se disculpó, aceptando y dándole la razón a su esposa en lo que ella había dicho.

-Perdoname Yongsun, no estaba entre mis planes visitar tu casa pero habíamos quedado de ir a comer y como me dijo que estaba acá, decidí venir a recogerla.-Interrumpió con cinismo aquella mujer que no hacía mas que causar problemas en su familia.

-Tienes suerte de que los niños estén en la escuela porque si no, esto sería una escena diferente.-Le respondió con dureza, no dejándose llevar por la cara angelical que tenía.

-Yongsun...-Le habló Moonbyul con un tono de advertencia en su voz que a su esposa no le causó efecto alguno.

-Si eso era todo lo que querías decirme entonces vete, tengo que pensarlo.-Cambió de tema y después miró a la empresaria.-¿Cómo dijiste que te llamabas?

-Seulgi.

-Escucha, Seulgi.-Se acercó hasta su posición con el mentón elevado, denotando superioridad.-Si tu intención es alejarme de mis hijos, créeme que no lo conseguirás.

-Nunca podría hacer eso, Yongsun, son tus hijos y eso nunca va a cambiar, ni siquiera con mi aparición.-Habló con sinceridad pues aunque era una maldita, tenía valores bien infundados... Casi.

-Eso espero, Seulgi, ahora sí me disculpan, tengo que ir por los niños a la escuela, se me hace tarde y para cuando vuelva, espero no encontrarlas de nuevo.-Sentenció y abandonó la casa, dejándolas a ellas, solas.

...

-Cariño, de verdad te ofrezco una disculpa, no pensé que se fuera a molestar tanto con mi presencia.-Puso su mano sobre la de Moonbyul con suavidad, haciendo que ella suspire.

-Está bien, tú no tienes la culpa, desde hace tiempo que tenemos problemas y eso ya lo sabes, pero la conozco lo suficiente como para saber que su enojo no es contigo, sino conmigo, así que disfrutemos de la comida, ¿Te parece?-Le sonrió para tranquilizar a su acompañante y ésta le sonrió de vuelta en comprensión por su difícil situación.

...

-¡Claro que estoy molesta con esa tal Seulgi!-Dijo bastante alterada que casi hace que a Hyejin se le caiga el café.-Moonbyul no lo ve porque es ingenua, siempre ha sido ingenua para elegir a las mujeres.-Se quedó callada y después continuó.-Bueno, yo fuí la única elección buena que tuvo, era la más decente de todas las que estábamos en el internado...

Siguió hablando y Hyejin intentaba estar en la conversación pero de tanto ver a Yongsun caminar de un lado a otro, comenzó a sentirse mareada, así que se levantó se puso frente a ella y la tomó por los brazos para detenerla.

-¡Deja de moverte!-Alzó la voz, sorprendiendo un poco a Yongsun. -Siéntate y después me sigues contando porque si sigues moviéndote, voy a vomitar sobre tu alfombra.

Yongsun solamente asintió y se sentó en el sofá, obedeciendo a la morena.

-No confío en esa mujer.-Terminó por decir una vez sentada.

-Lo entiendo, tienes tus razones, pero, ¿No crees que tu enojo es otro?-Alzó la ceja, esperanzada de que ella entendiera lo que quería decir.

-¿A qué te refieres?-Preguntó confundida y su amiga sólo suspiró, a veces no todos entendían a la primera.

-Estás celosa.-Respondió.

-¿Celosa?, ¿Yo?, ¿Por qué estaría celosa?-Frunció el ceño como si no se lo creyera.

-¡Oh vamos! Yongsun, es tu esposa, es normal que estés celosa.-Ahora la que se estaba alterando era ella porque no podía creer que de su amiga inteligente, estaban saliendo respuestas tan estúpidas.

-Pero estamos separadas.-Se excusó pobremente.

-Que estén separadas, no significa que dejes de amarla, tú misma dijiste eso.-Le dió un sorbo a su café y prosiguió. -Y deberías decirle a tus hijos sobre Moonbyul y la arpía.

-No, eso no.-Negó asustada como si le hubieras dicho que ya había llegado el recibo del agua.

-Yongsun, no tienen ocho años, no puedes engañarlos con algo así, además, se te están acabando las excusas del por qué Moonbyul no ha dormido en esta casa por días.-Respondió.

-Perdoname por no querer decirles que el matrimonio de sus dos madres se está cayendo a pedazos.-Se cruzó de brazos manteniéndose reacia a cambiar de opinión.

-Yong...

-No estoy lista.-Respondió con miedo.

-Aunque no les digas, ellos se darán cuenta tarde o temprano, como madre, entiendo que quieras protegerlos, pero no siempre podrás hacerlo, debes dejar que ellos aprendan a cuidarse solos.

Y aunque odiara admitirlo, Hyejin tenía razón, ella no podría ocultar esto para siempre, menos después de la visita de aquella mujer pues sabía que esa no sería su último visita inesperada y que pronto habrían más, así que en ese momento, tomó una decisión y llamó a Moonbyul antes de que Wheein llegara con los niños.

Ya era hora de que sus hijos supieran la verdad.

-Ojalá todo fuera diferente.-Dijo después de terminar su llamada con Byul, asegurándole de que estaría ahí en menos de media hora

-Puede serlo Yong, Wheein y yo nos encargaremos de ello, pero también tienes que saber que para que todo funcione, debe de haber cooperación por parte de ambas, no sólo de ti.

-Agradezco que quieras ayudarnos y no te ofendas pero, si una terapia de pareja no ayudó a que nosotras resolvieramos nuestras diferencias, ¿Qué te hace creer que ustedes podrán lograrlo?-Preguntó incrédula.

-Linda, tenemos nuestros trucos, lograremos que ustedes dos vuelvan a ser melosas una con la otra antes de que cante un gallo.-Infló su pecho con orgullo y determinación, decidida a salvar el matrimonio de sus amigas.

Y aunque Yongsun no lo admitiera, ella en el fondo deseaba que sus palabras se hicieran realidad.

El Matrimonio (MoonSun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora