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Lynn

-Ignorando el alrededor hasta que te da un puñetazo en la cara-

Camino llegando a mi casa mientras respiro lentamente por el cansancio. Abro la puerta y veo a mi madre sentada en la mesa de la cocina, contando dinero.

-¿Contando? ¿Iremos de viaje?

-Uf, lo sueño pero no. Hay un atraso de pagos y estoy intentando solucionarlo.

-¿De eso no se encarga papá? Siempre creía que era él.

-Sí pero me comentó que está muy ocupado con un nuevo cliente que asesinó a su esposa y tres hijos, así que me estoy encargando yo, mientras él atiende lo suyo.

-¿No se supone que los abogados no le cuentan a nadie? El derecho del cliente.

-Ya sabes como es tu papá.

-Cierto—dejo mi mochila en la mesa.

-¿Cómo te fue en el trabajo?

-Bien... aunque... batallé un poco de nuevo.

-¿Lo mismo?

-Un grupo de personas de mi edad... ya sabes que... me da... pena.

-No te harán daño. ¿Por qué te asusta? No es que mordieran.

-No sé.

-Le conté a Miramontes sobre tu situación y me recomendó...

-¿Le contaste a alguien más sobre mi problema?—la interrumpo.

-Lynn. Te he visto últimamente y no vas mejorando—deja de contar el dinero.

-Solo dame tiempo, yo sé que puedo superar eso y...

-Cariño, solo empeoras. Hay que ser honestos al respecto.

-¿Pero por qué no me dejas tomar mis propias decisiones sobre el tema? Te pedí por favor que no le contaras a nadie. Esto es algo mío, personal, de nadie más.

-Perdón pero yo no voy a ver como mi hija sufre por tener que hablar con los demás—se molesta.

-¿Entonces todas las promesas que me haces son en vano?

-Claro que no.

-¿Y por qué rompes la palabra?

-Estoy harta de verte llorar por hablar con las personas, ¡eso lo tendrás que hacer por el resto de tu vida!

-Pero si he mejorado ¡¿no me has visto?! T-tengo un trabajo, y es de hablar bastante con los demás. ¡Soy una mesera!

-Lynn, seamos honestos. Sé que le pides a Noah que lo haga por ti cuando hay mucha gente, o a la compañera que trabaja con ustedes. Me comentó lo que le dijiste un día, sobre todo lo que sentías... ¿por qué no me dices nada más?

-¿Aksel te dijo algo?

-Yo le pregunté. Tenía que hablar con él al respecto ya que son novios, y seguro le habrías dicho algo a él que a mí no.

Después de contarle a Aksel todo lo que sentía con solo haber sido amigos, creí que no me traicionaría de esta forma. ¿Por qué todos cuentan lo que es personal para mí?

Momentos ConectadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora