Capitulo. 54

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Uno a uno fueron ingresando a la casa, turbados, con rostros pálidos y tan pocas fuerzas que les escuchaba arrastrar los pies... Mis hermanos habían regresado a casa, pero en qué forma... Jane ni siquiera era capaz de mirarme a la cara y el continuo llanto había dejado sus ojos tan rojos como la sangre, la rubia no paró de llorar desde el momento en que salimos de la estación de policía; Harry no emitió ni una sola palabra y con un gesto que parecía mezclar el dolor y la rabia, se recluyó en uno de los rincones del sofá; Jacob era el que más me preocupaba, el más pequeño de los tres parecía un verdadero espectro, como si su mente fuese incapaz de asimilar lo sucedido tan solo dejando un cascarón vacío.

Elizabeth había pagado un precio muy alto porque ellos fueran liberados.

Nuestra hermana ahora se encontraba sola en aquella celda a esperas de un juicio que seguramente la condenaría a la muerte. En su desesperación terminó confesado un horrible crimen frente a los policías, que no dudaron en actuar para facilitar la victoria de Abraham. El señor Archer ya no podría hacer nada para salvarla...

La muerte de Elizabeth, mi pequeña hermanita... Se cernía sobre nosotros como un peso asfixiante, los ánimos eran demasiado lúgubres como para pensar en esos momentos, incluso agradecía enormemente que los menores se encontrasen en la casa de los Brown, pues ¿Cómo iba a decirles lo que estaba sucediendo? ¿Como le diría a Eleonor? Ni toda la ayuda de la señora Charlotte o el señor Archer, podría resolver tal problema. No quería ni imaginarme a mi pequeña Elizabeth sola en aquella horrible celda, a esperas de una muerte segura. Ahogada en mi tristeza, decidí alejarme. Caminar por nuestro hogar, ahora tan vacío y roto, tan solo me deprimía aún más y con el corazón destrozado decidí tomar refugio en el patio de la casa, aquel era el último lugar donde Elizabeth y yo pudimos tener una conversación normal...

Que estúpida era tan solo desvariando en mi relación con Andrew, cuando el lobo acechaba en la oscuridad. Tal vez si hubiese estado más atenta...

— No debería estar aquí sola. — Sentada al borde del suelo, escuché de pronto un susurro en la oscuridad. Pero a decir verdad tan poco me importaba que ni siquiera me molesté en girar.

Le sentí suspirar y como sus pasos se alejaron con lentitud, pensé que me dejaría sola, pero de pronto una ligera tela voló sobre mi cabeza y con delicadeza cubrió mi cuerpo del frío nocturno. Entonces el señor Archer se sentó a mi lado, tan solo allí, haciéndome compañía en silencio; sus intenciones se volvieron claras, aun sin palabras y sin poder contener ni un minuto más todos los sentimientos que me abrumaban, les permití tomar mi cuerpo. Descontroladas lágrimas pronto surcaron mis mejillas, sin importarme en lo más mínimo que él me viese llorar como una niña. Ya no me quedaban más fuerzas, no sabía que hacer...

El señor Archer no me abrazó, ni me dio vacías palabras de aliento; en su lugar me permitió desahogar en mis lágrimas todo el dolor que había oprimido mi corazón durante semanas. Era demasiado para soportar, mi madre ya no estaba, Eleonor estaba siguiendo su propio camino y me alegraba por ella, pero al mismo tiempo a veces me invadía la sensación de que había perdido a mi hermana, ni siquiera podía abrazarla... Andrew me había dejado sola y Elizabeth... Mi pequeña pelirroja se enfrentaba a una verdadera pesadilla. No sabía qué estaba ocurriendo con mi familia, eran demasiados secretos y me rompía el corazón darme cuenta de que realmente no conocía a mis hermanos ¿Qué habían hecho? ¿Por qué Elizabeth se culpaba? Harry, Jacob y Jane parecían más distantes que nunca... Podía sentir como mi familia se tambaleaba peligrosamente ante el filo de la destrucción.

Y aunque quisiese empeñarme en culpar a Abraham de todo lo sucedido, muy en el fondo sabía que ese hombre tan solo terminó removiendo el fango en que todos nos encontrábamos atrapados. Incluso yo misma les había ocultado a mis hermanos mi relación con Andrew.

Jeune fille indomptableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora