Un asesinato ha ocurrido en la Preparatoria Brinwout y tras ser culpada por ello, la brillante Velma Dinkley deberá de resolver el misterio para limpiar su nombre, al tiempo que se relaciona con personas inesperadas para lograr esa meta.
Contenido M...
Nota del Escritor: Pase lo que pase, por favor traten de tomar como base mi fic y no vean la historia original, si desean verla por favor antes miren la critica de su canal de criticas de confianza o en general, créanme que es más que suficiente que solo yo me sacrifique.
Todo comienza con lo que parecía ser un día de lluvia, donde en una casa sencilla de dos pisos totalmente normal con un buzón que mostraba el apellido de la familia [Dinkley].
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Una joven se encontraba en esos momentos con su teléfono en manos, al tiempo que pasaba una noticia que mostraba un reporte con respecto al homicidio de diversas mujeres a causa de un misterioso asesino del cual no se sabía nada.
Pase a la noticia el sonido no se encontraba activo, por lo cual tal cosa paso desapercibida por la chica centrada en su teléfono, enviando un mensaje.
- No puedo creer que vayan a hacer un cambió cómica en la historia de Lucero Sonico donde la misma no es una 'Perra loca por los chicos calientes' - Narrando su mensaje mientras se movía, la sombra de la chica en la casa se mostraba por la ventana.
Al mismo tiempo que la lluvia se intensifica y un rayo caía del cielo iluminando con una luz cegadora toda la zona, dejando un resplandor blanco antes de que una sombra se mostrara, con una capucha cubriendo su cuerpo y con una daga en su mano derecha, misma la cual tacho la palabra Dinkley del buzón formando un corte.
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- Lo único bueno es que no le cambiaron el color de piel porque saben como se vuelve Interner con esos cambios, todo el mundo sabe que las personas no perdonan esos cambios - Terminó de enviar su mensaje.
Parada a un lado de su cuarto con una gran sonrisa, fue entonces que se pudo apreciar su figura.
Una cabeza corto de un cabello castaño en corte de tazón con una tez oscura intensa y de unos ojos marrones detrás de unos lentes cuadrados de pasta gruesa, su rostro con facciones asiáticos más cercanos a la India pero con rasgos más bien americanos. Chaparra y con un cuerpo relleno que poseía al menos curvas en los lugares correctos llevando un abombado suéter anaranjado holgado que todavía parecía abrazar su figura ante su exceso de peso y una falda roja que por poca suerte no mostraba más de lo que debía junto con unas medias anaranjadas.
