capítulo 12

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Depende el golpe.

La noche ya había terminado, los apenas notables rayos de sol me dieron en la cara. Abrí los ojos y sentí un dolor en la espalda. Me frote la cara con las manos, al pasar una mano por mi mejilla, sentí un ardor horrible.  Decidí ignorar el dolor. Me pare y busque mi teléfono y lo prendí para ver la hora. Las 7 de la mañana, me dirigí al baño. Entre y me mire al espejo, la hinchazón de mi mejilla ya bajó, pero sigue estando roja esa zona, mi piel es muy sensible.  Tengo pequeñas ojeras marcadas, mi labio esta rojo también. Me lavo los dientes y me quito la ropa para bañarme, entró a la regadera y abro el a la llave. Apresar de tener un boiler que calienta el agua no lo prendo, dejo que el agua fría caigan en mi.
Salgo del baño con mi bata de baño, buscó mi ropa, saco un playera negra algo ajustada sin mangas, agarró un pantalón holgado Y unos tenis de plataforma. Busco una chamarra gris.  Me la pongo por dos razones, uno es porque de verdad está haciendo algo de frío y la segunda, porque no me gustan mis brazos, tengo alguna cicatrices que no me gustan nada.  Voy a mi espejo y me cepillo mi cabello, tiene algunas ondulaciones, me gusta eso de mi cabello, aunque ya no me lo voy a dejar largo.  

Estoy pensando cubrir mi mejilla, me da pena llegar así , no es la primera vez que lo hago pero odio que todos me vean con lástima.  Y sus comentarios no son para nada amables, son todo lo contrario. De pequeña me decían que parecía niña de la calle, odiaba eso y que se refieran así de los demás.
Me perdí en esos amargos recuerdos, cuando me vi de nuevo al espejo, me di cuenta que salían lágrimas de ellos. Las limpié sin darle importancia.

Salí del cuarto,  estaba bajando las escaleras, Lucas venía subiendo. Traía una sonrisa en su rostro, traía una charola con comida, me miró y la sonrisa que tenía unos segundos atrás desapareció.

– ¿Que te paso Bianca?— dijo preocupado —.

– Son las consecuencias de no saber respetar,— comentó en un tono frío mi madre— aprende de Lucas, Bianca.

Mi cuerpo se tenso y mi madre solo siguió su camino al baño.

– Te traigo el desayuno a tu cuarto…tu padre está desayunando en la cocina.— dijo evitando mi mirada —. Vamos te acompaño.
Por mi parte no pude formular ninguna palabra, solo me di la vuelta y caminé a mi cuarto.
Lucas entró después de mi, puso la charola con la comida en mi mesita de noche. 

– No quiero incomodarte, ¿quieres que te deje sola?— me dijo acercándose a mí —.

– Quiero que ya se vayan de la casa… ¿cuando se irán?  — respondí reprimiendo mis ganas de llorar.—

– Estarán una semana aquí…no te preocupes, veré la forma para que no te encuentres con el en la casa. —dijo tratando de consolarme.—

– El habla de respeto y no se lo gana en lo más mínimo, no sé cómo un ser como ellos pudieron ser padres…—  baje la mirada.— los odio, ¿Lucas eso está mal?
Me estaba escuchando con atención, se sentó en la cama.

– No te juzgo, te entiendo. Se lo que se siente eso, mi padre es igual al tuyo, siempre me golpeaba cuando hacía algo mal.  No eres la única que los odia, Carol también lo…— se detuvo en secó —. Bueno por lo que pienso. Come nos vamos en 20 minutos.— se paró y se estaba yendo rápido .—

Me quedé sin comentarios, nada .

– Gracias, Lucas .— respondo antes de que se salga.—

– Yo te cuido recuerda, soy tu niñera.—sonrió y se salió del cuarto —.

Agarre la charola, empecé a comer el cóctel de frutas y un vaso de agua de naranja.
Lucas me dijo que mis padres fueron a la empresa así que salí de la casa, me despedí de Mery, me dio el buen día y me deseó lo mejor en las clases.

Lucas ya había sacado el carro, es un audi q4 e tron.  Me subí al carro.

– Ponte el cinturón de seguridad.— dijo mientras en se abrochaba el suyo.—

Hice lo que me dijo y me abroche el cinturón.

– ¿Pongo música?— le pregunté a Lucas mientras manejaba.—

– Hasta es una ofensa preguntar eso, claro que debes poner música, chica retro .

– Lo que usted diga, mucama.

– Claro, nena pequeña.

– En tu vida vuelves a llamarme así.— dije sería en lo que ponía una canción de queen.—

– Lo que diga patrona.— sonríe —.

Llegamos a la escuela me baje y me despedí de Lucas, me dijo que le mandara mensaje cuando quisiera que viniera por mi.
Iba a entrar cuando Helen me agarró del brazo.

– Te estaba esperando, Bianca — sonrió y luego vio al carro —¿ el es tu hermano? — dijo mientras Lucas se daba la vuelta en el carro —.

– No, es un amigo.—digo sería —.

– ¿Segura o es tu novio?— me miró tratando de ver si mentía —.

– No,  helen, es el ayudante de mi padre.— respondo mientras camino dentro.—

– Que pena, es muy lindo. — sonríe— harían bonita pareja — me miró a la cara y su expresión cambió por completo.—  ay dios mío, ¿Estás bien? ¿Qué te paso?

– Nada, solo me caí en el baño…—ella me miró incrédula.— tengo clase de matemáticas te veo en la cafetería en el receso — cambié de tema, y me solté de su agarré para irme.—

– Bianca, te creo, pero me puedes contar cualquier cosa.— se fue y yo seguí mi camino.—

Era demasiado temprano, no habría nadie en el salón lo que era bueno.  Me senté en una banca de hasta delante. Saque mi teléfono y me puse a ver fotos, tenía una carpeta que siempre me gustaba ver, era de cuando tenía 7 años. Salía yo con mis papás en una fiesta de negocios, llevaba puesto un pequeño vestido rojo , que hacía juego con un pequeño collar rojo, pero no solo eso.

EL LAGO DONDE TODO COMENZÓ ( Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora