El Dragón Silencioso. Rhaenyra Targaryen x Oc Femenino

Pantera y Dragón

Jeserys pov:

Una luz entro por un espacio de los grandes ventanales de la habitación de Jeserys, esto hizo que la joven se despertara al abrir sus ojos vio a su sobrina abrazada a su cuello; Jeserys se ruborizó al verla tan cerca de ella luego de unos minutos de observarla plantó un suave beso en la larga cabellera de su sobrina. La joven se levantó de su cama y fue a lavarse la cara y ponerse ropa adecuada para ver al rey, siempre cuando iba a verlo al salón del trono se ponía vestidos pero está vez no ya se había cansado de esas telas pegadas a su trasero, está vez se pondría una camisa negra con botones rojos haciendo honor a su casa, para sus piernas usaría un pantalón y para sus pies unas botas.

Luego de prepararse salió de su cuarto dejando atrás a una Rhaenyra durmiendo plácidamente, Jeserys fue a paso rápido al salón del trono ya que estaba impaciente por pedirle su aprobación a su hermano para entrenar bajo la supervisión de Sir Rowan, al llegar a las puertas del salón trajo saliva e pidió al guardia que custodiaba la entrada que le abra las puertas; cuando el guardia abrió las puertas pudo ver a su hermano sentado en el imponente trono de hierro aunque también diviso una cara de tristeza en su hermano. Al avanzar por el salón el guardia de la entrada la presento:
La princesa Jeserys Targaryen, hija menor de Baelon y Alyssa Targaryen.
Jeserys hizo una mueca de aburrimiento por escuchar su presentación, lo único que aprecio de lo que dijo el guardia fue que era hija de dos dragones; Viserys al percatarse de que era su hermana se levantó del trono y fue a recibirla al llegar a ella le dió una cachetada, esto hizo que los ojos de Jeserys se llenarán de lágrimas pero no dejo escapar ninguna.

Viserys la miraba fijamente esperando que ella se ponga a armar una escena o algo, algo que no pasó ya que Jeserys se contuvo; la joven hizo como si nada hubiera pasado y sigio con su plan de pedir la aprobación de su hermano.
-Mi rey- se arrodilló ante el- e venido a hacerle una petición.- dijo ella.
- Y cuál es la petición tan urgente que te hace levantarte tan temprano?-pregunto.
-Mi rey deseo prácticar el arte de la espada-Viserys iba a decir algo pero fue interrumpido- si me deja entrenar no iré más al lecho de pulgas y le prometo que cumpliré mis deberes como princesa.- Jeserys tal vez se arrepentiría luego de haber prometido tal cosa pero todo por la espada decía ella en sus adentros.
Viserys dudo un poco ya que jamás su hermana prometería esas dos cosas a menos que sea sumamente importante para ella, el rey hecho un suspiro y volvió a hablar:
-Dime que joven de la arena de entrenamiento quieres que te corteje? supongo que por eso quieres ir a la arena no es así?-dijo pícaramente.
Jeserys rodeo los ojos ningun hombre o joven en el mundo le llamaba la atención, aunque Sir Rowan no contaba porque ella lo veía como un amigo.
-Mi rey no es por ningún joven, quiero aprender a enfundir una espada si me deja hacerlo no se arrepentira-culmino ella.

Viserys se quedó en silencio unos minutos hasta que movió su cabeza en modo de aprobación.
Jeserys casi dió saltitos de alegría al ver la respuesta positiva de su hermano, luego de unos segundos de emoción la joven salió del salón para alistarse para su entrenamiento con el Sir.

Después de alistarse fue corriendo a la arena para comenzar, al llegar vio como Sir Rowan peleaba contra Sir Harrold Westerling el guardia de la casa Targaryen o en resumen del rey,al parecer Rowan ganaría el encuentro por la agilidad con la que tenía con la espada; pero la experiencia de Sir Harrold fue más fuerte que la agilidad del joven castaño. Sir Harrold golpeó con su brazo a Rowan en su estómago y luego lo acabo dandole un empujón fuerte en la espalda, Sir Rowan calló al barro de cara algo que hizo que los demás hombres en la arena rieran del hombre.

Jeserys fue al encuentro del Sir para ayudarlo a levantarse del barro;
- ¿Te encuentras bien?- lo miro algo preocupada.
Sir Rowan al darse cuenta de que era la niña dragón le dió una sonrisa al ver su preocupación,
- No te preocupes Jeserys esto siempre pasa en los entrenamientos, es como el pan de cada día- le dijo dandole unas palmaditas en el hombro.