[Michelle]
-Michelle, despierta. Debemos servir el desayuno de los condes- abrí mis ojos lentamente acostumbrándome a la luz
-Ya lo haré, sólo dame unos minutos más- me quejé y escuché un resoplo por parte de mi mejor amiga, Lindsay.
-Yo también tengo sueño pero debemos tener todo preparado antes de que despierten sobre todo el monstruo de hijo que tienen- solté una pequeña risa
-Deja de decirle así, te pueden escuchar las otras chicas e ir con el chisme con los condes y luego las dos de patitas a la calle- me senté en la cama
-Lo sé- rio un poco- pero es que si lo es, odio su prepotencia y su arrogancia, a veces quisiera que alguna de esas chicas de las que trae le dé una lección para que deje esa actitud de mierda- hizo una mueca de desagrado
-Tampoco me agrada el joven Christopher pero no podemos hacer nada para cambiarlo, tendría que volver a nacer- reímos bajo
-Es cierto pero que vuelva a nacer con el rostro que tiene. Dios es bello ese hombre ojalá tuviese la personalidad así de bella como su rostro- negué divertida ante sus ocurrencias
-Vamos a cambiarnos, ya empieza nuestro maravilloso día- comenté con sarcasmo
-No te quejes, a ti te queda poco en esta casa y no sabes lo que envidio eso. No vas a tener que aguantarle más el genio que se carga ese muchacho
-Lo sé pero mientras tanto sigo aquí, así que me quejo- me puse de pie y empecé a tender mi cama
-¿Cuando te vas a casar con Stephen?
-No lo sé aún, papá dijo que debía esperar a que él regresara de su viaje para así ponerme de acuerdo a todos los preparativos de la boda. ¡Yei!- ironicé al final
-Sé que no quieres casarte pero es un buen muchacho, además se nota que le gustas
-No niego que lo sea pero no es de este modo que quiero casarme, no lo quiero y yo deseo enamorarme de verdad, poder ser feliz con el hombre que yo amo y que amaré por el resto de mis días
-Tal vez algún día llegues a amarlo, ¿no has pensado eso?- terminé de tender mi cama, tomamos nuestros uniformes y ambas nos dirigimos hacia el cuarto de baño que compartíamos los del servicio
-Sé que no, él no es el tipo de hombre que quiero para mi. Papá dice que si lo es porque es un barón pero eso a mi no me interesa, los títulos no son la gran cosa porque tenemos un claro ejemplo de que podrás ser la alta sociedad pero ser una porquería de persona- hablé bajo en cuando hice referencia al joven Vélez y ella asintió- además, aunque Stephen quiera parecer diferente a los demás es igual a ellos, sólo quieren tenerte de adorno y utilizarte como procreadora
-Buen punto pero- la frase quedó al aire en cuanto llegamos al cuarto de baño y unos sonidos se hicieron presentes.
¿De quien serán? No puede ser, de Brigitte. Nótese el sarcasmo pero ¿con quien estará? Con el mismísimo Christopher Vélez. Nótese el sarcasmo nuevamente
¡Que asco! Ni siquiera respeta el lugar donde se bañan sus empleados.
-Que incomodo, no puedo creer que madrugue para esto. Es un asqueroso- susurró y asentí dándole la razón
Aclaré mi garganta haciéndonos notar y de inmediato los ruidos cesaron, esperamos unos minutos fuera hasta que la puerta fue abierta por el mismísimo Christopher totalmente despeinado y su ropa desarreglada, nos miraba con desprecio, simplemente decidí ignorar su mirada penetrante de querer asesinarnos por interrumpir su sesión matutina de "relaciones" con las empleadas que se le regalaban como él alguna vez nos dijo, ya que a las mujeres no nos daban mucha información sobre ese tipo de cosas.
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Época de amor||Christopher Veléz||
Hayran KurguInglaterra 1812, la alta sociedad y las jóvenes siendo desposadas en cuánto cumplieran la mayoría de edad. Todas buscaban la aprobación de sus futuros maridos y buscaban ser perfectas ante los ojos de la sociedad. La mayoría de los hombres más cod...