Única parte

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Cada que lo miro mi pecho se aprieta de forma acogedora, me vuelvo un manojo de nervios y una sonrisa boba inunda mi rostro. El vivo rosa ardiente tiñe mis mejillas ante sus palabras amables y figura atractiva.

Él me mira, yo lo miro, mis ojos brillan de emoción mientras mi corazón late rápidamente y mis manos sudan, su sonrisa gentil persiste en sus labios en cada momentos, aquella que muestra siempre cerrando los ojos de manera contenta, mirándome como si fuera la octava maravilla del mundo (y así es como me siento cada que me observa).

Seguramente se deba a mi mente delirante de joven adolescente, pues alguien como tú nunca me miraría con tales ojos cautivadores y atractivos cómo lo haces. Solo es mi mente haciéndome ver lo que tanto anhelo, y aunque sea así, estoy contento.

Me gusta hablar mucho con él,  sacarle un sin fin de sonrisas alegres y carcajadas efusivas mientras almorzamos juntos en los recesos. Juego con las mangas de mi suéter de forma inquieta cada que sus ojos parecen brillar al verme, el aire se me escapa de los pulmones y la sangre viaja a mis mejillas, dejándolas completamente rojas.

Me gusta.

Me gusta mucho.

Pero se, no soy correspondida, que sus sonrisas son por cortesía, sus palabras amables son amistosas simplemente, mi mente delira creando escenarios en donde me toma de la mano y sus labios acarician los míos, sueños alocados que nunca se volverán realidad pero me hacen feliz.

Esto es inapropiado.

Su figura musculosa, su carácter suave, su cabello brilloso, su sonrisa perlada, nada de eso debió capturame en ningún momento, pero caí ante su magia devastadora.

¿Qué me ha hecho para tenerme delirando de amor así?

¿Deseando cosas que nunca desee con alguien más?

Probé la manzana prohibida cuando lo vi sonreírme por primera vez, me he vuelto un adicto a cada un de ellas, un drogadicto en busca de su droga que lo deja enfermo, con la mente zumbando llena de fuertes olas de energía y con los tímpanos a reventar con sonidos que ni siquiera entiende.

Me tiene perdido, profesor.

No fue intencional, lo sé, pero me dejó totalmente enamorado. Nunca lo se diré, es de suponer, no es correcto mi sentimiento y aunque mi cabeza tiende a fantasear con él a mi lado, la idea de que verdaderamente me corresponda me deja helado, no sabría cómo reaccionar. Ni siquiera sé cómo debería decírselo para que eso suceda, en primer lugar.

Pero nunca lo haré, porque es un secreto. Mi secreto.

Ni siquiera mis amigos más cercanos lo saben, que me tiene como loco a sus pies, delirando de amor por él.

Un secreto no se dice a nadie o dejaría de ser un secreto, todos saben eso. Yo no soy diferente a esas personas, también lo sé y acepte dejar estos sentimientos para mí mismo.

Cada que pregunten "¿por qué le sonríes tanto?" "¿qué lo hace tan especial entre tantos profesores?" yo responderé con un indiferente "simplemente me agrada, eso es todo"

No hay más.

El tiempo avanza, pronto dejas de ser mi profesor, yo cambio de salón y pasa a ser simplemente alguien más del personal para mí, o eso le intento hacer creer a mi corazón que cada que te veo pasar por la ventana del salón al que ahora pertenezco, late como desquiciado con solo una mirada de tu perfil.

El tiempo sigue avanzando, pronto terminare la secundaria y dejaré de verte. No habrá siquiera una miradita por la ventana, una escapada en el receso a tu salón para saludarte, nada de ello.

El sentimiento se apaga lentamente en mi corazón con el paso del tiempo, pero me queda el recuerdo de un amor adolescente que me dejó en las nubes aunque nunca fue correspondido.

***

En realidad nunca se mencionan nombres o muchas descripciones físicas, pero Sasuke es quien narra y el profesor puede ser quien gusten que sea. Yo lo imagine como Kakashi pero puede ser cualquiera que quieran que sea, esto fue un amor adolescentes. El profesor nunca se sintió interesado, solo era un sujeto amable que hizo soñar a un adolescente que soñaba ser amado, que se sintió amado cuando lo conoció aunque no fue de la manera más mutua.

ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora