Capítulo 36.|El pequeño renacuajo.

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Leah.

Había pasado exactamente una semana desde que todo ese infierno había empezado en mi vida, y sabía que debía levantarme de los escombros y seguir con lo que se llama vida.

Volví a la academia porque no puedo dejar caer el negocio que tanto soñé tener, y Sally y Hailey me necesitan para todo lo que hay que hacer y más que el festival está a la vuelta de la esquina.

Lexie pegó el grito al cielo cuando supo que me había ido a la mansión y tuve que convencerla de que era algo bueno para mí empezar a aceptar que debía tomar las riendas de mi vida sola ahora, y tenía que ir acostumbrándome a ello. Ella seguía preocupada por mi embarazo, y me decía constantemente que tenía que contárselo a nuestros padres.

De Aaron solo sé lo necesario, lo que me cuentan las chicas de lo que los chicos le cuentan a ellas, nada más. Supe que se embriagó hace unos días atrás y que Matt tuvo que amanecer cuidándolo porque estaba muy mal, según lo que me comentó Alice. También supe que la construcción de la cabaña había terminado y que todo había salido a la perfección, no me cabía duda de que habría sido así, Aaron es muy bueno en lo que hace.

Lo cierto es que Guzmán me había dado más información de la que le pedía y saber que Aaron y Sydney estuvieron juntos para ver cómo había finalizado todo me puso de los nervios. Ella me había dicho a la cara que iba por él, y conozco a las de su clase, al final logran lo que buscan, es igual a Vanessa, lo único que las diferencia es el nivel social, pero de ahí en adelante son las mismas víboras venenosas.

Hailey también me comentó el intento fallido que tuvieron los chicos para encontrar a Rick. Es una locura como se estuvo escondiendo tan cerca de nosotros, ese hombre es un peligro andante y la policía aún no da con su paradero. Al parecer Miller tiene a otra persona trabajando para él fuera de la cárcel, y esto le está resultando útil a Rick para poder moverse sin que nadie lo encuentre.

A pesar de todo el desastre que se ha formado y se sigue formando en mi vida me levanté, me puse un vestido y mis tacones y me vine a trabajar a la academia.

Los ensayos iban fenomenal y hoy plantearíamos la fecha del festival definitiva. Rowan Lancaster, el director de la academia en Inglaterra estará visitando las instalaciones hoy, así que era importante tener todo bien organizado.

—Leah, tengo buenas noticias, Paulina terminó los souvenirs y ya se están empaquetando para guardarlos bien hasta el día del festival.—Me comunica Hailey entrando a mi oficina.

Sonrío contenta por eso.

—Me alegra, porque hay que poner fecha Hails.—Le digo mirando el calendario en la computadora.—¿Lola te dio un aproximado de cuando estará todo listo?

—Me dijo que dentro de dos semanas era perfecto. Ya las coreografías están listas, la decoración está más que coordinada, el equipo de música se prueba diario para que no ocurran fallas, los vestuarios de las chicas y todo en general, así que busquemos un día que quede bien dentro de esas dos semanas.

Asiento y muevo mi dedo sobre los días en el calendario fijándome en una fecha.

—Sábado tres, me parece estupendo.

Hailey anota en su agenda.

—Empezaremos a preparar los anuncios, pancartas y volantes con la fecha.

Sally hace presencia asomando su cabeza por la puerta.

—Rowan Lancaster ha llegado.

Hailey y yo nos podemos de pie rápidamente y salimos detrás de Sally con urgencia a recibir al director de Majesctic Dance Academy, de la ciudad de Londres.

Mi Liberación #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora