𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧-Sunoo Harem

10: mascaras.

Un baile de mascaras, esa idea siempre me maravillo, encontrar a tu amante entre mascaras y atuendos hermosos. Mi yo verdadero estaba encantado con todo lo que me rodeaba, mascaras de plumas, seda, piel y encaje. Esta ultima es la que estaba utilizando luego de que Jay me la diera. 

Ademas estaba mostrando mi cabello, algo que me ponia de los nervios y a los chicos que me rodeaban, pero habia sido una orden del rey, "mi padre".

-Me parece que es hora de que salgas del escondite, Sunoo.-dijo el en una visita al palacio abandonado hace unos dias atras.-Que opinas de mostrar tu verdadera sangre.

-Pero....

-Si estas asustado, entiendo, pero quiero que todos sepan que eres mi hijo.

Rechine los dientes, no se para que le habia dicho que si a ese idiota, pero algo, bastante, curioso en mi interior queria acercarse al protagonista masculino a pesar de que me odiara.

Mi plan era dejarle en claro que no me interesaban nada los principes y esas cosas,  mas bien a penas pudiera, me iria al campo a vivir tranquilo hasta morir de vejez, era lo mas seguro, ademas de alejarme de ciertos... Individuos que me rodeaban.

Porque ya me habia resignado a que no podria volver al mundo real, o por lo menos sin morir, esa habia sido mi ultima teoria luego de los pellizcos y cortadas en mis brazos que me causaron un encierro en mi torre de varios dias al enterarse mis compañeros.

Asi que, me relaje un poco y sonrei al verme a mi mismo. No visto para nada como aquella noche que tenia trapos encima, y eso era gracias a mi amado Jay.

-¿Por que me miras asi?-pregunto, cuando me quede mirandolo sonriente.

-Te daria mi vida.-sonrei mas fuerte, emocionado, mientras subiamos las escaleras decoradas por una alfombra azul marino.

-Gracias.-rio algo sonrojado, rascandose la nuca por debajo de su camisa roja.

-Si te pone tan feliz, te dare ropa todos los dias.

-Si tu quieres, Jake.-murmuro sin darle mucha atencion y volvienola a mi mismo.

Era tan hermoso....

Mi traje era completamente blanco, la camisa con un chaleco de tiras y encaje encima, el saco con bordados de rosas en dorado, con los pantalones mas ajustados en mis piernas, y mis zapatos de punta. Para darle un cierre, Jay me habia peindado el cabello hacia atras y solo quedaban dos finos mechones a cada lado de mi cara, donde tambien Park aplico brillo en mis labios.

Cuando me vi en el espejo de la habitacion de Jay, pense que la escritora original seria una idiota por no hacer de Kim Sunoo el protagonista, aunque da igual.

Seguia con mi humor intacto a pesar de los cuchicheos de los invitados al entrar al gran  y calido salon, donde la gente estaba agrupada en el medio en sus repsectivos sitios con sus conocidos, las mesas mas interesantes, con comida, estaban a los lados y en el final los tres asientos para el rey, la reyna y el principe heredero. Mis otros hermanos ya habian desaparecido.

-Viste su cabello...

-Esa ropa...

-Parece una mujer...

-Que descarado...

Susurros por todos lados, aunque irónicamente, ya podia adivinar lo que decian todos.
No les di mucha atención e ignorando la tensión de los hombres a mis espaldas, comence a caminar hacia la mesa de bebidas y bocadillos.

-Da igual lo que ellos digan, eres femenino, eres fuerte, lo que se te de la gana.-me murmuro en el oido Sunghoon, con tono molesto y sus anchas cejas oscuras fruncidas.