Cuando volvimos a casa, estaba por comenzar a oscurecer, es decir, debían ser las primeras horas de la noche. Kikyō y Niggel había estado analizando la bitácora de Asher sin mucho éxito, por lo que escucharon sin quejas lo que descubriremos en la casa de mi madre; ambos se preocuparon por mi encuentro con Dymytrie, pero Carla los tranquilizó al recordarles que Asher estaba cumpliendo su palabra de protegernos.
Comimos algo antes de ir a dormir, con mil dudas en la cabeza, que nuevamente me impidieron dormir, pero al menos acabo el día.
Así, al día siguiente, desvelado como era mi nueva costumbre, me empeñe en ayudar a Kikyō y a Niggel a buscar algo útil en la bitácora.
-Realmente no hay mucho que analizar, todo es demasiado preciso, pero no lo suficiente para buscar un patrón. - razoné fastidiado después de horas leyendo la libreta.
-Lo mismo pensó Niggel, pero insisto en que debe haber algo que estamos pasando por alto. - se negó a rendirse Kikyō.
Todas las puertas de la Ciudad que daban a la superficie, se abrían aleatoriamente cada semana, para dejar pasar los suministros y otras cosas que se vendían en el mercado negro y mientras ocurría ese traslado, las áreas estaban vigiladas por la propia RG, que fungían como autoridad en este lugar. No había espacios en blanco y nunca se sabía que puerta se abriría. Lo peor es que ni siquiera estábamos conscientes de por cuál habíamos llegado nosotros. Así pues, estábamos perdidos y lo estuvimos los siguientes días, aún cuando comenzamos a adaptarnos a esta vida.
P. O. V. LEVI:
Llegamos a Stohess el mismo martes, pero por la noche, lo que solo los permitió (a mi y a mi pequeño escuadron de búsqueda) instalar un campamento provisional a las afueras de la ciudad. Aunque al día siguiente la cosa fue distinta.
A primera hora de la mañana, mi escuadron se levantó y se infiltró en la ciudad (que no era muy diferente de la Capital), recorriendo cada calle y local, preguntando por los niños, invitando a toda la ciudad a pensar que se trataban de prófugos peligrosos que debían ser encontrados a la brevedad. No me gustaba manejarlo de ese modo, pero la sociedad no tenía porque enterarse que estaba violando la ley por mi hijo.
Yo mismo me uní a la búsqueda en sitios que sabía que Kai podría frecuentar, como museos, bibliotecas y otros más que le llamaran la atención; aunque no tuve ningún éxito. Ni el primer día, ni el siguiente, ni el que siguió a ese...
Cada día, sin falta, un mensajero acudió al campamento de mi escuadron con noticias de los demás: Armin, Eren y Mikasa, no tuvieron éxito ningún día, ni siquiera lograron encontrar a alguien que los hubiera visto de paso. Hange buscaba lento, pues tenía que visitar constantemente a Ami, cuya salud no mejoraba ni empeoraba. Floch, Jean, Connie y Hitch, también avanzaban lento pues tenían más área de búsqueda, pero ni porque tenía que ser más minuciosos habían encontrado algo. Y Melgar, frente a todo pronóstico, el jueves por la mañana, antes de su reporte diario se presentó en persona:
-¿Descubriste algo? - le pregunté apenas la vi bajarse del caballo.
-Si, Comandante. - respondió saludando antes de entregarme una caja. - Encontramos esto en el cuarto de su hijo, nos llevó tiempo encontrarlo...
Tomé el objeto y lo abrí. Se trataban de las insignias que había escondido junto al diario. No eran ninguna sorpresa, sino una confirmación de que Kai lo sabía todo.
-¿Solo es esto? - pregunté algo frustrado.
-No, señor. - respondió Melgar. - Tenía que preguntarle, si alguna vez le habló a su hijo sobre los dueños de esas insignias.
-Ciertamente no, pero leyó un diario en el que se hablaba de ello. - respondí neutral.
-¿Podría mostrarme ese diario? - pregunto la chica con seriedad imparcial.
Mikasa no se había equivocado, su alumna predilecta tenía el carácter necesario para tomar a su propio comandante como culpable o participe de un caso, todo sin prejuicios.
Suspire y le entregue el diario que llevaba conmigo. Lo había estado leyendo, buscando algo que me dijera en donde me equivoque y dónde podría estar Kai.
-Gracias, señor. Lo usaré para campararlo con los dueños de las insignias, tal vez su hijo quiso visitar a los familiares para investigar. - aclaró Melgar. - ¿Tiene alguna idea de por quienes pudo comenzar?
Lo pensé un segundo, recordando cada palabra del diario.
-Hay dos personas, que no tienen ningún familiar más que yo y Ami...-comencé a decir, recordando las primeras insignias que recogí. - Pero sus tumbas están en el antiguo cuartel de la Legión, no está lejos de nuestra casa...
-Entendido, partiremos de ahí. Le notificare las novedades después. - y sin más, volvió a montar el caballo para marcharse a la misma velocidad a la que llegó.
«Farlan e Isabel. Las primeras insignias. Ojalá Kai realmente allá quedado complacido con eso y se haya hospedado en cuartel.», pensé esperanzado. Sin embargo, esa misma esperanza desapareció el viernes al recibir la negativa de Melgar, no había rastro de ellos, pero seguirán la pista de las insignias, pues quizá ya llevaban la delantera en ese aspecto.
En ese mismo sentido de malas noticias, una peor llegó el sábado.
Por la tarde, como era habitual, llegó el mensajero con los reportes de todos y una carta de Michele, la cual abrí extrañado:
Levi:
Historia se ha enterado de todo, tardó bastante, pero los rumores corren y ahora sabe que movilizaste las tropas para buscar a los niños. Planea actuar después de que te reúnas mañana con ella y eso dependerá de si te rindes en la búsqueda o no.
Puedes no presentarte, pero eso solo complicará las cosas para todos. Piensa en la salud de Ami y en el bien de todos.
Con preocupación,
Michele Arlet.P. D. : Nadie descansará hasta encontrar a los niños, recuerda eso.
Termine de leerla, comprendiendo claramente el mensaje. Debía dejarle en claro a Historia que no pararíamos la búsqueda y que tampoco era un acto de rebeldía, por lo que si llegaba a ser el caso, no temeríamos a las consecuencias de nuestros actos.
Deje la carta de lado, agradecí al mensajero por su trabajo y cuando se marchó del campamento observe las aun existentes e imponentes murallas. El muro Sina estaba intacta aún después de tanto tiempo.
-No están en Stohess...-me dije a mi mismo convencido de que mi búsqueda en la ciudad estaba perdida. - ¿Dónde estás, Kai?
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Levi's diary
FanficMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...