El Pergamino Del Tiempo. segunda generación viaja al pasado

1. El inicio de la tragedia.

Pasado. Bosque de Konoha.

Se escucho un golpe sordo, seguido por un par de quejidos, cortando así, el cilencio del bosque.

En medio de unos matorrales, tratando de levantarse mediante empujones, estaban cuatro chicos. Uno rubio con dos marquitas en cada mejilla, fue el primero en salir del arbusto mientras se sobaba el golpe que había recibido en la cabeza al momento del impacto.

--- Mierda... Naruko que comes como para que peses tanto ttbasa.

--- ¡¿Me estas llamando gorda?!

La segunda, una chica con la misma descripción del anterior se levantó con rapidez, enfrentando así a su versión masculina.

--- ¿Eh?, No, jamás diría algo así... Solo digo que las pizzas que comes han de tener muchas vitaminas.

--- ¡Seras idiota!, Todos saben que la pizza no tienen vitaminas, si no carbohidratos.

Boruto sonrió con sorna, antes de fingir desconcierto.

--- ¿Y cual es la diferencia?

--- Seras tonto. Pues que a diferencia de las vitaminas, los carbohidratos son los que hacen que engor...

Naruko se detuvo, parpadeando, antes de soltar un chillido de rabia al comprenderlo todo, mientras su mellizo estallaba en carcajadas.

Tras ellos, los otros dos adolescentes veían el lugar, sin comprender que hacían hay.

Satoshi, Un chico de ojos perlas trago saliva, trando de ayar su voz.

--- Chi-Chicos...

Como era de esperarse, su susurro fue ignorado gracias a los gritos de la discusión.

El otro, fastidiado por lo que sea que estaba pasando, no perdió tiempo antes de avanzar asta donde estaban los hermanos, y darles un golpe en la nuca a cada uno.

--- ¡AUHS!

--- Los dos son unos idiotas, ¿de verdad aún no se han dado cuenta de donde estamos?

De mala gana, los mellizos dirigieron la mirada sin ningún interés a su alrededor, para, al siguiente segundo, comenzar a jirar la cabeza con desesperación, al no comprender que hacían hay.

--- ¿Pero que...?

Con paso inseguro, Satoshi, se hacerco, colocándose a su lado.

--- Shikadai... ¿que crees que haiga sucedido?

El Nara negó.

- No tengo idea, pero parece que nos encontramos en el bosque.

--- Entonces... Quisas solo debamos volver a casa y ya.

Todos estuvieron de acuerdo con el, creyendo solo era cuestión de caminar de vuelta a la aldea y dejar esta extraña situación en el olvido... Que equivocados estaban.

--- Esto no puede ser verdad.

Frente a ellos, la roca Hokage se alzaba imponente. Igual de poderosa e intimidante que siempre, pero, a la vez sin ser la misma.

Boruto tallo las palmas de sus manos en sus ojos, por si se trataba de una ilusión causada por el sol.

--- Que les pasó a las demás... ¿por que está incompleta?.

Ninguno sabía cómo contestar la pregunta del Hyuga.

Boruto y Naruko dieron un respingon, a la vez que Shikadai, muy enfadado como para molestarse en ocultarlo los enfrentaba.

--- ¡Ustedes, ¿que fue lo que isieron?!

--- ¡Nosotros no hemos hecho nada!

--- Ya... Y a Mitsuki no le gusta Naruko ¿verdad?.

--- ¡Shikadai!

Boruto veía a su hermana boquiabierto, mientras está solo se sonrojaba y negava.

Shikadai also la ceja, viéndolos con enojo contenido.

--- Sueltenlo de una vez, ¿que era realmente ese pergamino?

Boruto salí de su estado de estupor con esfuerzo, solo para llevar sus manos tras su nuca y evitar la mirada asesina del chico.

--- Pues eso, el pergamino que Sarada nos encargo recoger.

--- ¡¿Y donde lo encontraron?!

--- ¡En la oficina de papá!, donde ustedes nos dijeron que estaba.

Al ver lo tenso que estaba el ambiente, el chico de ojos perla, Satoshi, desidió intervenir.

--- Pero entonces fue el Hokage quien se los dio, ¿Verdad?

Cuando ninguno contesto, Satoshi insistió, menos seguro.

--- ¿ver...dad?

Naruko se rascó la nuca.

- Pues...

Futuro. Torre Hokage. Una hora antes de la tragedia:

- Viejo, ¿estas aquí?

- Vez, te dije que papá no esta en su oficina.

Ambos rubios entraron, encontrándose con el lugar extrañamente desierto.

Boruto le dio la razón a su hermana.

--- Ni papá ni nadie por lo visto. Si no fuera por los Jounnin que vimos antes de entrar, pensaría que estamos en una especie de Apocalipsis. Ya sabes, como en esos donde todos desaparecen de manera misteriosa, y despiertas siendo el único en la tierra...

Boruto explicaba la última película que había visto, mientras se recostaba de forma perezosa en la mesa. Mientras, Naruko revisaba su celular antes de bloquearlo y acercarse.

--- Te entiendo. Pero volviendo a lo importante, le pregunté a Sarada y ella me dice que papá dejo el pergamino en algún sitio visible para que lo encontráramos.

Boruto ojeo el lugar, antes de sonreír y recojer lo que estaba sobre la mesa.

--- ¡Lo encontré!

--- Estas seguro que es ese...

--- Pues claro, ¿o vez algo más aparte de este pergamino?

Naruko miro la mesa, la cual se encontraba extrañamente despejada del papeleo usual, donde, anterior mente solo estaba el enorme pergamino, antes de sonreír también.

--- ¡Entonces vámonos de una vez y hací aprovechamos para comer algo mientras llegan los demás, ttbasu!.

Pasado. Aldea de la hoja:

--- Y eso fue lo que pasó.

Shikadai se tallaba las sienes, a la vez que negaba con la cabeza arrepintiendose de haberse levanta do de la cama ese día.

--- Demonios, aún no entiendo como es que sigo siendo su amigo. Mejor vallamos a explorar este lugar y a buscar pista de donde estamos, antes de que termine cometiendo un acesinato... Que fastidio, yo que solo quería pasar una tarde tranquila.