2. ¡Al rescate!

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Futuro. Casa Uchimaki. Cinco minutos luego del inicio de la tragedia.

--- ¿¡Y los chicos!?

Un peli rosa veía con horror la sala, donde apenas minutos antes estaban los cuatro adolescentes, a quienes se suponía tenía que cuidar. Se llevó una mano al pecho, respirando rápidamente mientras el azabache buscaba bajo los sofás y tras las cortinas.

--- No están... Desaparecieron... ¡Kawaki me matará!

Menma no prestaba atención, más concentrado en ocservar desde el techo donde estaba parado, la escena del crimen bajo de él, en busca de alguna pista.

Hisaku se dejó caer en el piso, mientras habrazaba sus piernas, sus ojos llenos de terror.

--- Ya asta puedo escuchar el llanto de mi madre, al ver mi cuerpo frío y sin vida dentro del ataúd...

Se cortó al caer en cuenta de un detalle importante.

--- Mierda, ¡Mi madre me matará al descubrir que perdí a mi hermano!

Menma se dejó caer a su lado, de pie, con los brazos cruzados, aún observando con ojo crítico la estancia frente a ellos. Finalmente, cerror los ojos, asintiendo con la cabeza.

--- Creo saber lo que a ocurrido.

Esas palabras fueron como un rayo de esperanza para Hisaku, quien se levantó con velocidad.

--- ¿De verdad? ¡Dime!

--- Tomando en cuenta las extrañas circunstancias en las que han ocurrido las desapariciones, yo diría que se debe a algún tipo de Jutsu, cosa que comprobé al analizar el lugar, siendo a si mi conclusión que el culpable es... Ese antiguo pergamino lleno de sellos que irradia una especie de chakra oscuro.

Término por exponer, a la vez que señala con su dedo en dirección a la mesa, donde se encontraba abierto un gran pergamino de alrededor de un metro de ancho por tres de largo, mismo el cual estaba lleno de tinta oscura y marcas desconocidas.

Hisaku parpadeo, preguntándose como es que no lo vio antes.

--- Ah, claro... Eso tiene sentido.

Menma se veía orgulloso de si mismo.

Cuando el azabache no dijo más nada, el Hyuha se aclaró la garganta.

--- Bueno, entonces... ¿ahora que?

El gesto de Menma no decayó, ni al momento de dar su respuesta.

--- Eso mismo me pregunto yo.

Ambos meditaron un momento, asta que al final Menma se encogió de hombros y avanso quedando de cuclillas frente al pergamino.

--- ¿No te parece conocido?

El peli rosa inclino el rostro a un lado, mirándolo mejor. Un segundo después, sus rostros se llenaron de horror.

--- ¡No puede ser!

Menma asintió con la cabeza, tragando saliva.

--- Si puede, y lo es.

--- Pe-pero... ¿comó es posible?

--- No lo sé... Pero tenemos que hacer algo.

Cualquiera pensaría que dado su puesto como anbu, lo primero que fueran hecho al descubrir lo peligroso de la situación sería informar a su superior, y si, en otras circunstancias lo fueran hecho, pero en ese momento, el miedo que sentían a sus superiores quienes además eran su familia, superaba el sentido común

Ambos se vieron a la cara, llegando a un acuerdo silencio, antes de colocar la mano sobre el sello en el centro del pergamino.






El Pergamino Del Tiempo. segunda generación viaja al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora