El Pergamino Del Tiempo. segunda generación viaja al pasado

8. Persecución

Pasado. Aldea de la hoja.

— Entonces... ¿dices que tú y Minato les ganaron a esos tipos sin ayuda?

Luego de haberse separado, Hoki por fin aprovecho para contar los acontecimientos de su llegada al pasado, mismos los cuales aún no era capas de creer ni el mismo.

— Sé que suena demasiado poco probable, ¡pero es cierto! Y luego de que ambos escapáramos usando la ropa de aquellos dos ANBU, la seguridad se disparó.

Los dos chicos siguieron hablando de cosas banales, a la vez que trataban de familiarizarse ellos al ser esa la primera vez que se veían obligados  a pasar tanto tiempo juntos - saludos casuales y haber sido compañeros en la académica no contaba - asta, que dicha plática se vio interrumpida al momento en que doblaron una esquina, donde se hallaban reunidos un grupo de tres personas, discutiendo entre ellas.

Antes de que siquiera uno de los chicos los detallarán correctamente, unos ojos color perla los enfocaron.

El cabello de los chicos se erizó bajo esa mirada.

Al perder la atención del chico, la única chica de aquel trío le tocó el hombre, llamando su atención.

— Neji ¿Sucede algo?

Hoki fue el primero en darse la vuelta, jalando al otro con él en un inútil intento de escapar, aún cuando la voz baja del chico les hizo saber lo inútil que ya era.

—No hay necesidad de ningún plan. Ellos nos encontraron a nosotros.

La chica estaba desconcertada.

Una tercera y escandalosa voz retumbó en todo el lugar.

—¡Ahí están!

Ambos viajeros del tiempo ya se encontraban corriendo en dirección contraria, más aterrados de lo que ninguno podía admitir.

Hoki observó a Shikadai sin detenerse.

—Oye, el chico de verde se parecía...

--- ...De una forma aterradora...

--- ...E inquietante en partes iguales, al compañero de equipo de Naruko y Satoshi, ¿Cómo se llamaba..?

Hoki entrecerró los ojos un segundo, sacando provecho de su buena memoria para aportar un nombre al rostro tan igual al chico que en ese momento los perseguía a gran velocidad. Chasqueo los dedos al recordarlo.

--- Es igual a Metal Lee

Shikadai rodó los ojos ante eso, contestando con obviedad.

--- Eso es por qué es el padre de Metal: Rock Lee.

--- Oh. Sí. Eso tiene sentido, creo.

Ninguno disminuyó la velocidad, puesto que en varias ocasiones habían oído hablar a sus padres sobre este equipó, y lo buenos y dedicados que eran en sus entrenamientos gracias a su sensei, por lo que, no perdieron tiempo antes de dejar de usar las calles como ruta de escape, incluyendo a esta los techos.

— ¡Deténganse! ¡No hay donde ir!

Y era cierto, pues justo frente a ellos apareció una Tenten años más joven, quien les cortaba el camino.

—Ya los tenemos.

—¡¡Aquiiiiiiiiiii voyyyy!!

Desde algún lugar del cielo cayó el chico de ajustada ropa verde, quien se aseguró de aplastarlos y retenerlos con su cuerpo al caer.

Tenten se acercó corriendo, sonriendo aliviada. Sin pensárselo, busco alegremente a su otro compañero de equipo.

—¡Neji mira!, ya los atrapamos... ¿Neji?