Historia Secundaria (I)

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Ari despertó.

Estaba realmente confundido por el lugar donde se encontraba, pero rápidamente pudo visualizar su habitación y a su madre entrando en ella.

—Buenos días, dormilón —saludó Elizabeth y rió—. Es hora de levantarse.

—¿Eh? ¿D-dónde estoy?

—Pues en tu habitación, ¿Dónde más creías?

—Es que... No me acuerdo de mucho —dijo él sentándose en su cama.

—¿Cómo no te vas a acordar, Ari? —inquirió la mayor empezando a preocuparse, aunque luego agregó—. Te dije que no fueras a tomar ayer; ya sé como te pones.

—Perdón, mami —sonrió con timidez y rascando su nuca.

—No te preocupes, corazón, pero es hora de bajar a desayunar.

Dado el recado, la Sra. Vera salió de la habitación de su hijo y fue a la cocina a calentar los alimentos que tomaría aquel chico.

De regreso con él, este fue a darse una ducha para quitar el aroma a sudor y "antro" que tenía de la noche anterior.

Al mirarse en su espejo se desconoció; había vuelto a tener 19 años.

[...]

El de ojos heterocromáticos llegó a la cocina de su casa y tomó asiento frente a la mesa. Ahí pudo ver que su desayuno ya estaba listo.
Cabe mencionar que su padre también se presentó a su lado.

—Buenos días, Ari —habló el mayor; Rafael—. ¿Descansaste bien después de lo de anoche?

—¿Qué pasó anoche? —cuestionó el menor ladeando su cabeza.

—Llegaron Jayden, Lillian y tú haciendo mucho escándalo —respondió Elizabeth—. Jaja, fue un espectáculo ver como intentabas abrir la puerta de tu habitación con la llave de la casa, jaja —rió sentándose frente a la mesa.

—¿Es en serio? —consultó agobiado.

—Sí —sonrió su mamá—, pero no te preocupes, ahora ya estás bien, ¿No?

—Pues más o menos —respondió el castaño menor.

—Bueno, apúrate porque llegarás tarde a la Universidad.

—¿Universidad? —inquirió para sí mismo y luego alzó la voz un poco—. Exactamente... ¿Qué carrera voy a estudiar?

—Artes Visuales —le dijeron sus padres al unísono.

—Ah —expresó embobado—, ¡Estudiaré lo que me hace feliz!

—Por supuesto que sí, Ari —afirmó el Sr. Coronel.

—¡Gracias a los dos!

—De nada, hijo —hablaron otra vez los mayores al mismo tiempo.

La familia se dió un pequeño abrazo y después todos desayunaron tranquilos.

[...]

Well, ya estamos aquí, Ari —informó Jayden al otro; ambos delante de la institución.
"Bueno."

El mencionado temblaba de nervios y luego se aferró al brazo de su pareja.

—No quiero entrar —realizó su berrinche.

—Pareces uno pequeño niño que es dejado en la escuela por su mamá.

—Es que es un paso muy importante para mí —se emocionaba con cada palabra—. Estoy nervioso, e-es todo.

Mi Psicólogo (Mikerap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora