No había dormido bien esa noche, ¿qué debía hacer con esa nueva información? No podía quedarse callado y dejarla a su suerte pero tampoco tenían la confianza suficiente como para esconderla del abusador de su novio. Steven no sabía que hacer. Estaba en un dilema. Un dilema por su nueva amiga.
Yoshiko se había quedado dormida luego de haber pasado varios minutos llorando mientras Steven hacia todo tipo de esfuerzo para tranquilizarla. Una vez que lo hizo de inmediato su cuerpo sintió que era necesario tomar un descanso. Estaba sentando en su camilla que daba a un lado de la ventana que estaba abierta y dejaba pasar pequeños rayos de luz lunar.
Regresó su mirada a Yoshiko y envidiando de que pudo dormir, en cambio, Steven, se mantenía despierto. Se puso de pie, agarró el suero, se quitó algunos cables y salió de la habitación; necesitaba tomar aire y caminar, era la mejor forma para pensar en que hacer. ¿Qué haría si le dan el alta? No podía hacer mucho, apenas se conocían, eran completos desconocidos, solo conocen las partes que ellos mismos eligen contar. Se detuvo en seco, vio una sombra pasar cerca de la habitación donde ambos se quedaban.
¿Será el novio?
¿Debería ir a ver qué sucedía?
Steven no lo pensó dos veces, se acercó lo suficiente como para ver qué sucedía en el interior de la habitación. Afortunadamente se trataba de un enfermero que entró para hacer un chequeo. Dejó salir el aire que había acumulado por la tensión y su ritmo cardíaco disminuyó. Nuevamente se alejó y siguió caminando por los pasillos con pintura beige y el suelo de granito, las ventanas proyectaban a la luna sonriendo en el cielo. Burlándose de quienes no puede dormir. Burlándose.
De repente algo hizo click en el rubio. Sintió miedo. Su pulso aumentó, sus manos sudaban y su estado de alerta se activó. Las enfermeras y enfermeros nunca, NUNCA, entraban a hacer un chequeo en plena madrugada. No a menos que el paciente o el doctor lo solicite. Corrió sobre sus pasos imaginando lo peor para Yoshiko, ¿quién era ese enfermero? ¡¿Por qué no hubo ningún ruido cuando el enfermero ingresó?! ¡Siempre hay un ruido en la estación de enfermeras cuando un paciente solicita su llamado! Algo andaba mal y lo sabía. Steven podía escuchar perfectamente el pequeño timbre cuando alguien llamaba a la estación puesto que su habitación se encontraba a medio metro de ellas.
Cuando llegó y estuvo parado frente a la puerta de madera, dudó si debía abrirla de golpe o ser lo más sigiloso posible. Su mano se detuvo en el pomo antes de girarla, pensando en su siguiente movimiento y en lo que vería al ingresar a la habitación. Se mordió el labio. Frustrado. Asustado. Y con la adrenalina a tope. Entonces giró el pomo y empujó la puerta con suavidad.
Grito ahogado.
Alguien luchando por su vida.
Steven se adentró como un gato sigiloso y lo que vió lo dejó shokeado. Aquel hombre que en un principio creyó que era un enfermero, estaba sobre su amiga con sus asquerosas manos apretando el cuello de Yoshiko impidiendo el paso del aire. La chica arañaba y golpeaba al tipo en un intento desesperado de librarse; pronto el aire comenzaría a faltar y su cerebro mandaba señales para apagarse. Viendo su vida pasar delante de sus ojos, desde su más temprano recuerdo hasta lo que la llevó a estar ahí.
El hombre era alto, delgado y de piel bronceada. Cabellos dorados le caían por los costados de su cabeza mientras tenía una sonrisa cínica y maliciosa. Sabía que su víctima se estaba quedando sin aire y lo podía ver a través de sus movimientos cada vez menos fuertes, eran débiles y pesados. Esa es su consecuencia. Todo por ser una perra. Una estúpida perra que creyó ser más inteligente que él y ahora estaba pagando su precio. Hizo más fuerte el agarre teniendo intenciones de quebrar su cuello. Pero antes que pudiera llevar a cabo su plan sintió algo pesado golpear su cabeza. Fue tal la fuerza que su cerebro se apagó y se volvió todo negro antes de caer al frío piso de granito.
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Illusion «Steven Adler» [EDITANDO]
FanfictionAlucinación 𝒇. Percepción de una imagen, un objeto o un estímulo exterior inexistentes que son considerados como reales.