Milagros de gente (no) común

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Si alguna vez nos sentamos juntas, frente a frente, y dejo de sostenerte la mirada. ¡Ponle un bastón a mis ojos!

Si alguna vez te finjo la risa de la mañana y no rebotan en tu piel mis carcajadas. ¡Conviértete en mi bufona real!

Si alguna vez crees que huyo de tus caricias para refugiarme en una esquina fría. ¡Mírame desde lo lejos, pero no me apartes tu vista que es lo único que me da calor!

Si alguna vez dudo entre tú y la posibilidad de perderte, estaré perdida. ¡No me odies, por haberte hecho perder el tiempo!

Si, en cambio, alguna vez te susurran mis labios temblorosos que con tu vida hiciste que brotara magia de la mía; no lo dudes, porque me conociste humana, común, y ahora nos despedimos siendo diosas.

Mujeres a mis espaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora