Cap. 15

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    La rabia y desesperación que sentía Vega, no era nada normal, habían pasado quince minutos, pero no hubo rastro de Darío estaba comenzando a sospechar; pero decido calmarse esperándolo en la puerta del lugar, tuvo que ocultar el carro por un callejón; sin salida a dos cuadras de donde ella estaba; se encontraba sin armas, solo con un cuchillo en el muslo de su pierna derecha, en caso de tener alguna novedad, que la llevaría a defenderse.

   Se encargó; unos minutos antes de hacerse un corte en el labio y otro en la frente, para dejar en claro, que la situación era crítica como lo mencionó vía telefónica, el frío estaba poniéndose más fuerte que se cruzó de brazos; tratando de acobijarse, cuando exhaló el aire en sus pulmones pudo oír, el rugir de un auto aproximarse eso la dejo más tranquila; tanto que se tiró al suelo, antes de ver el carro deportivo de Darío estacionarse, sus ojos los preparo para llorar, porque en la mente de la pelirroja, era iniciar su teatro, para lograr tener su dinero.

   Por parte de él, se puso nervioso quitándose el cinturón, como abrir la puerta se acercó; para luego ser cerrada al mirar a Vega, en el suelo con las manos en la frente llorando, eso lo hizo sentir mal, nunca le gusta ver a una dama sufrir y menos, al encontrarla de esa manera, solo se acercó para estar de cuclillas tocando su hombro como su mano derecha, estar inspeccionando a la vez su rostro; pero la sangre hablo, que lo dejo con un sabor amargo, tanto que su rostro se torno severo a un grado intolerable.

   Enseguida, vio que sus ojos estaban llenos de lágrimas, como algo oscuro en ellos, trataba de entender que ocultaban; pero decidió hablar para romper el denso silencio.

—Darío… que bueno pudiste llegar. — pudo realizar, un atisbo de sonrisa, que no pudo llegar a sus ojos fingiendo dolor, algo que inquieto al caballero.

  La ayudó a ponerse de pie, para colocar ambas manos en su rostro y con su mirada escrutadora, busco saber ¿Qué podía estar sucediendo?

—Vega dime ¿Que está pasando? ¿Porque te encuentras en este estado? — exigió y ella negó no dejando de llorar, para la mente de la pelirroja no le gustaba tanta palabrería.

—Tuve… un problema con alguien del pasado; era mi ex. — se detuvo; mientras lo miraba.

—Continúa. — la instó.

  Como pudo se alejo de él, para respirar y así, poder idear la forma de que crea todo, se giró y continúo la conversación.

—Para no hacer largo el asunto, él y yo no quedamos en buenos términos, porque era un delincuente que traficaba droga, cosa que no lo supe; sino hasta mucho después, por eso lo confronte terminando con la relación, obviamente se largo, pero no pensé qué…

—¿No pensaste qué? —volvió a pedir, y ella bufar por lo bajo.

—Que regresaría para hacerme daño; de verdad lamento que me veas de esta forma es más… creo que fue un error, que vinieras aquí. — se excusó Vega, dejando que el hombre de ojos azules claro, se acercará para tomarla de los hombros haciendo que lo vea.

—No digas tonterías Vega, estas sola prácticamente por lo poco que sé de ti, tienes un padre alcohólico que no te ayuda, mientras todos los días sales a trabajar para ayudarlo. — expresó, cosa que ella asintió  ha todo lo que decía.

  Volvió a sollozar tratando de llegar a su corazón, a como diera lugar; pero al tocar su mentón; la hizo que lo mirará fijamente, buscando saber muchas cosas que poco Vega le decía, pero a la vez entendía que lo hacía para protegerse o a los suyos.

—Ven conmigo te llevaré a un hospital, para que te revisen la herida…

—No. — declaró al tocar su mejilla con cariño, haciendo que le erice la piel al castaño.

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