El gato con botas había cambiado... eso era lo que la muerte había comprobado en su pelea, no merecía la pena quitarle su última vida en aquel momento... Al menos eso era de lo que trataba de convencerse, su orgullo no le permitía decir que se apiadó de aquel minino en aquel momento y que como un cobarde huyó de aquella estrella...
La muerte miraba como aquel gato anaranjado había empezado a vivir su vida de una manera diferente, ahora no estaba solo tenía a sus amigos y un barco robado a su lado, ¿por que tenía la necesidad de seguir observandole?
Una vez Perrito y Kitty se enfermaron por lo que al gato con botas le tocó vigilar por más de una noche el barco, los dos primeros días fueron tranquilos, Muerte seguía mirándole de forma omnipresente por así decirlo, hasta que en la tercera noche algo cambio...
-- Eres aburrido, llevas mirándome desde antes de ayer y ni siquiera me diriges la palabra, Lobo...
Aquellas palabras sorprendieron al Lobo quien al instante se materializó al lado del felino.
-- Tiempo sin verte gato.
-- No me mientas a la cara por dios... reconozco tu olor a kilómetros de distancia.
-- Gatito, no debería ser tan prepotente ahora, ¿te tengo que recordar con quien estás hablando?
-- No hace falta... ¿Que te trae por acá?
-- ... sólo estoy comprobando que tanto estás aprovechando tu vida
En eso el gato con botas da un suspiro de alivio al enterarse de que sus amigos no van a morir por un estúpido resfriado...
-- Pues que te cuento, ahora estoy tranquilo, de camino a ver a unos viejos amigos... ¿que hay de ti?
-- Nada nuevo, gatito.
En eso muerte escucha como el de pelaje anaranjado da un bostezo, era normal había estado despierto tres días seguidos para proteger al barco de cualquier problema nocturno, sin pensarlo mucho la Muerte tomó al Gato entre sus brazos sacándole un susto al contrario.
-- Todavía no es tu hora... sólo relájate por ahora.
El Gato con botas aún sabiendo que estaba en manos de la mismísima muerte, tomó el control de sus emociones y solo cerró sus ojos en respuesta... si no venía a por el ni a por sus amigos no le importaba mucho lo que este hiciese...
La muerte por su cuenta sólo se sentó en el suelo apoyando su espada contra una pared de madera del lugar, en eso apoyó a aquel minino dormido sobre sus piernas y empezó a acariciarle lentamente mientras miraba atentamente a la luna llena...
Los suaves ronroneos por las acaricias fueron más que suficiente para que Lobo descubiera una cosa, había confirmado el motivo de su extraño comportamiento hacia gato... amor. Le amaba... la mismísima muerta se había enamorado de un mortal, ¿que era aquello, un chiste? Pues no...
-- Descansa... mi gatito...-- dijo sonriendo de manera macabra.
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Dormido bajo la luz de la luna {Pussdeath}
Random¿La muerte puede llegar a enamorarse? La respuesta por más extraña que parezca es sí. Imagen de frenchublog