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Una tarde del 13 de Abril se encontraba un chico de mejillas abultadas moviendo su cuerpo al sonido de los tambores junto con sus compañeras y compañeros, el chico sentía la suavidad y calidez de la arena en sus pies descalzos, movía sus brazos y pies los cuales eran adornados por hojas verdosas, su torso estaba descubierto dando a relucir su pecho y abdomen, en su cabeza estaba una corona hecha por flores y tenía un collar hecho con las mismas, sus partes eran cubiertas por una tela con diseños de flores.

Sentía la adrenalina y felicidad siendo recorrida por sus venas.

Su mundo estaba pintando de gris, su mundo estaba apagado, su corazón estaba roto.

Pero muy dentro de su corazón había una pequeña luz y esa luz era la danza hawaiana, en sí no había nacido en Hawaii pero si había crecido ahí.

Recordaba a su madre bailar con esa gran falda de hojas, sus manos y pies decoradas con flores al igual que su cabeza.

Movía sus manos y brazos, su cabeza siempre mirando las manos con una sonrisa.

Su cabello lacio y negro suelto al aire.

Tal vez desde ese momento su amor por el baile surgió.

Pero no todo dura para siempre y su muerte es la prueba de ello.

Al terminar su baile se escucharon los aplausos aclamando la presentación, el y sus compañeros fueron a cambiar sus prendas por unas más cómodas.

— Hace un calor de los mil demonios. — dijo entre susurros el de cabello azul y mejillas abultadas —

Tomó su bicicleta y se dirigió al lugar dónde siempre se quedaba de ver con su hermano, afuera de su escuela, le haría creer de nuevo que tomó clases.
Realmente entra a clases pero no se le hacía tan importante ir hoy por lo que se saltó clases, al menos las primeras.

El timbre había sonado por lo que los estudiantes empezaban a salir y junto con ellos ese grupo de chicos malvivientes que hicieron la vida de Han imposible desde que ingresaron a la primaria.

Para su buena o mala suerte se encontró con su profesor de química.

— ¡Han! ¿Cómo te encuentras? No te encontré en la escuela hoy, otra vez.

—  Emm, lo que pasa es que... — con nerviosismo trató de encontrar una buena excusa para justificarse.— ¡Mi perro enfermó! ¡Si, eso!

Vaya, espero que...tu perro se encuentre bien, supongo.— soltó el anciano sin terminar de convencerse

— ¡Oye Han! Tal vez tu perro quiera ver mi certificado en cuanto me gradúe. — y ahí estaba hongjoon otra vez, arruinando su poca felicidad, el era uno de los factores por los cuales quería desaparecer del mundo—

— No estoy seguro, puede que yo también pueda graduarme...— dijo con rabia acumulada —

— Hey, ¿Hola? ¡Despierta! — dijo con burla mientras golpeaba su frente con algo de fuerza — Eres un inútil no sirves ni para estudiar ni bailar, y lo único que sabes hacer es llorar...

— Mientes… — su mirada estaba hacia el piso, sus puños estaban ejerciendo fuerza como si en algún momento explotaría —

— Tu no vas a volver a ver a tu mamá, ¡JAMÁS!.

El puño de han fué directo hacia la cara de hongjoon, tumbandolo en el suelo, eso no impidió que han siguiera golpeando la cara del chico, las lágrimas de frustración y tristeza estaban siendo derramadas por sus ojos cayendo por sus mejillas.

— ¡NIÑOS! — Se escuchó la voz de el coordinador — ¡TODO EL MUNDO CALMA YA! ¡SEÑOR HAN!

Fueron separados por el profesor junto con unos cuantos alumnos más, las lágrimas del peliazul caían como cascadas era un sentimiento tan fuerte que quiso ir hacia hongjoon de nuevo.
“el no sabe nada, es un tonto es un tonto” esa frase se repetía una y otra vez en la atormentada mente de Han.

Al ver que los profesores estaban distraídos en las heridas de hongjoon, Jisung tomó su mochila y escapó de ahí con rapidez tratando de no ser perseguido.

Pedaleaba con fuerza y rapidez mientras se dirigía a su hogar rezando por que su hermano no esté ahí, bastante tenía con lo que acaba de pasar.

Un chico con pecas se dirigía hacia la escuela dónde se supondría se encontraría con su hermano para llevarlo a casa, gran sorpresa se dió cuando no vió a su hermano ni la bicicleta que siempre llevaba

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Un chico con pecas se dirigía hacia la escuela dónde se supondría se encontraría con su hermano para llevarlo a casa, gran sorpresa se dió cuando no vió a su hermano ni la bicicleta que siempre llevaba.

Vaya su suerte o no encontró a uno de los profesores que se encargaba de darle clases a su hermanito.

— ¡Señor! Disculpe, usted se encarga de darle clases a Han Jisung ¿cierto? Soy su hermano mayor y no lo encuentro por ningún lado.

— Oh, el joven Han Jisung se fué, si usted es su tutor le recomendaría darle disciplina a su hermano.

— Felix soltó un suspiro pesado, aunque por dentro el miedo lo estaba carcomiendo — ¿Ahora que hizo? ¿Que ocurrió? ¿Está bien?

— Al parecer inició una pelea con uno de sus compañeros, los alumnos que estaban al rededor afirman que el empezó se detuvo la pelea pero en cuanto nos distrajimos un poco el se dió a la fuga.

“Ese niño me escuchará”  la voz pequeña de Felix afirmó, y eso haría en cuanto llegue a casa... Y si  Jisung está ahí.

— M-muchas gracias señor, yo hablaré con el téngalo por seguro.

Con esto salió corriendo hacia casa, necesitaba darle una lección o al menos hablar con el antes de que el trabajador social llegue.

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⏰ Última actualización: Mar 27, 2023 ⏰

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