No recordaba cuándo ni por qué, pero siempre notaba a un chico en mi clase. Llevaba tiempo observándolo a él y su forma de hacer las cosas poco a poco. Éramos parte de una sociedad donde los números eran importantes y los estudios se tomaban en serio, así que tenía curiosidad por sus bromas durante las clases.
No parecía recibir ninguna advertencia ni nada por el estilo, por lo que atrajo aún más mi atención hacia él. Quería entender cómo se las arreglaba para sonreír o bromear entre clases tan serias para el futuro, en mi opinión, no tenía ni idea.
Shoyo Hinata, un niño pequeño con apellido femenino y cabello naranja hizo la diferencia en ese gran salón con tanta gente, ni siquiera le importaba mucho arreglarse o tener su propio cuaderno.
Quería entender la razón de su comportamiento y por qué siempre me encontraba mirándolo.
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Faltaba poco para que comenzara la última clase y mi atención sin darme cuenta se dirigió a él durante toda la clase, hoy estaba extrañamente callado.
No solo yo, sino un par de personas más también se dieron cuenta y, sin embargo, nadie se atrevió a preguntar, estaban demasiado metidos en sus estudios para eso.
Tal vez me estaba preocupando demasiado o hoy por fin recibió una advertencia por su comportamiento en clase. Tal vez eso es lo que quería desde el principio, que él consiguiera algo así, pero por alguna razón no pensé que fuera lo correcto.
¿Estaba acostumbrado a sus modales ya verlo hablar? Su voz enérgica llamó mucho la atención y una sonrisa tan linda como esa que no se ve todos los días en un mundo como el que vivimos, donde los números son más importantes.
Suspiré. Era el día en que tenía que quedarme después de la escuela para limpiar el salón de clases con alguien que ayudara, sorprendentemente hoy tendría que quedarme con Hinata, y era un buen momento para tratar de entender por qué estaba tan callado ese día.
Minutos después de que la habitación estuviera vacía con solo nosotros dos, me fui a la habitación del conserje y cuando regresé, Hinata estaba perezosamente sentado encima de una mesa mirando la pizarra con notas de la clase de hoy.
No presté mucha atención a su manera y le di una escoba, me miró y sonrió agradeciéndome de inmediato comenzando a hacer su trabajo.
Un silencio cómodo se instaló entre los dos y cuando menos lo esperaba comenzó a cantar en un tono bajo, mientras la melodía avanzaba su voz también aumentaba poco a poco, no sé qué canción cantaba pero su letra tenía algo que ver con Imaginación.
En un momento me había dado la vuelta para verlo cantar, su voz era hermosa pero tenía un tono desafinado lo que en parte hacía que la melodía fuera mala en algunas partes.
Bailaba emocionado con la escoba y daba vueltas, se veía tan emocionado que ni siquiera recordaba que yo estaba ahí a su lado y me miró sorprendido al ver que yo lo miraba.
--- Ah, lo siento - rápidamente volvió a su postura --- No te preocupes por mi canto ahora.
--- Está bien - dije, sin darme cuenta de que se formaba una pequeña sonrisa en mi rostro --- Cantas bien, pero aún necesitas mejorar.
--- ¡Gracias! - exclamó feliz --- Estaba practicando karaoke con unos amigos - el sonrió.
--- Sabes que las reglas de la escuela no te permiten cantar en el salón de clases, ¿sabes? La diversión tampoco está en la línea de las reglas.
--- Estas reglas son aburridas, no permiten la diversión? Que cosa tan tonta.
--- Si quieres ser alguien en la vida, estas reglas son tu mundo. Números que importan en este lugar - dije y se sentó encima de otra mesa.
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♡ ིྀ•⌑Ꮺ𝐍𝐮𝐦𝐛𝐞𝐫𝐬, 𝐄𝐬𝐩.ꔛ∘⃟♥︎ 𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚◁﹏✍️
FanfictionEn un mundo donde solo importan los números, durante su búsqueda por ser el mejor, Kageyama conoce a un niño pequeño al que no le importa nada de eso y simplemente se divierte. Tenía algo que ningún otro de esos innumerables números tenía, verdader...