Tierra mojada

Parte 3 Final

–Chérie, no sé quién de los dos está más enfermo –susurro en su oído abrazándola por la cintura sintiendo una suave risa al saberse vencedora–, si tú cuando tratas de controlarme – ya me encuentro repartiendo besos por su cuello–, o yo, por amar lo que me haces –termino para voltearla comenzar un beso profundo marcando el inicio de un algo, que aún no sé qué es.

Martes

Hoy me toca turno de día, el reloj marca las 7:00 am y la lluvia se está haciendo presente a manera de brisa, va a ser un día nublado y frio, escaneo mi rostro en el reloj facial que tiene el bar del hotel mientras me coloco el chaleco negro que es parte del uniforme, doblo las mangas de mi camisa blanca hasta los codos y voy con Adrien.

–¿Algún pedido importante? –pregunto con la intención de ponerme a trabajar y aligerar un poco la carga a mi compañero.

–En realidad sí, pero dudo que quieras elaborar el pedido –termina soltando una risa burlona mientras seca unas tazas para té–, esta mañana llegaron los siete herederos de las familias más importantes para la Sociedad de la Academia Obscura, están sentados en la mesa que da a la ventana, como dicta el protocolo obviamente, y ordenaron seis tazas de café negro, una taza de café sabor caramelo y croissants dulces –comenta al ver mi extrañeza por su comentario pero ahora lo entiendo, ni de broma atiendo a esas personas, la Sociedad de la Academia Obscura no es más que un grupo de élite que tiene el control sobre la universidad más importante del país, para ellos todo se centra en la educación superior, el arte antiguo y la literatura clásica, cada familia domina una de las áreas, son siete en total, la familia Laurent lidera la arquitectura, los Richard encabezan la escultura, los Simon dominan la pintura, los Benoit son fuertes en la literatura, los Masson priorizan la música, los Chevalier son buenos filósofos y por último los Dubois, ellos son extraños, son buenos en las ciencias, cualquier tipo de ciencia, es la única familia no relacionada al arte que pertenece a esa secta, si ellos consideran que no estas a la altura de la asignatura que deseas llevar no serás admitido, he visto como compañeros se ven en la necesidad de cambiar de carrera por no ser considerados aptos para ella, los más valientes se van a estudiar al extranjero, de ahí mi apatía hacia ellos, todos se envuelven en un aura obscura y llena de misticismo que solo disfrutan aquellos que los idolatran como si fueran celebridades, no voy a decir que los odio, pero no son mis personas favoritas en el mundo.

–Suerte con ello –confirmo la idea de que no pienso servirles y observo que ya tiene todo listo para entregarle las dos charolas con el pedido a los meseros, camino hacia el otro extremo de la barra hasta que una plática de esa mesa me llama la atención y detengo mi andar.

–Señorita Arthur, si pide mi opinión le sugiero que se incline hacia el estudio de la física y siga la línea que ha marcado su familia, de lo contrario sabe que puede unirse a mi como la musa de mis más profundos poemas –escucho decir al más joven de los Benoit mientras guarda un libro antiguo en su maletín de cuero color negro.

–Por fortuna no pedí tu opinión Charles, botánica será mi asignatura y no hay poder humano que me haga cambiar de opinión, pero muchas gracias por el ofrecimiento querido –la voz es de la dama que se encuentra leyendo el menú sobre su rostro impidiéndome ver sus facciones, pero reconocería esa voz a kilómetros de distancia.

–Recuerda que mi propuesta sigue en pie Vanessa, no me hagas esperar tanto –el mismo Antoine Chevalier mientras dobla el periódico del día y acomoda sus elegantes gafas de montura plateada, el líder no electo de la Academia.

La señorita baja la carta y deja ver ese hermoso rostro que ha dormido en mi pecho en más de una ocasión, no puedo creer lo que estoy viendo, siento que un escalofrío me recorre por todo el cuerpo haciendo que mis vellos se ericen, Esto debe ser un mal entendido, una broma de mal gusto por parte de mi morena, no puede ser parte de ellos, lo malo no es precisamente que pertenezca a la Academia Obscura, sino que sus reglas les impiden mantener relaciones afectivas con personas fuera de esa Sociedad, mi sangre comienza a hervir al sentirme utilizado, soy consciente que desde un principio la calma no forma parte de nuestra ecuación pero no pienso dejar que alguien dentro de esa secta trate de burlarse de mí.