Las pequeñas piedrecitas desprendidas del asfalto se levantaban y marchaban en todas direcciones bajo las pesadas botas de trabajo de Park Jimin, que furioso se dirigía a la casa de su mejor amigo tras únicamente haberse cambiado la parte superior del uniforme, llevando aún el calzado y pantalones reglamentarios.
Maldecía para sus adentros encasquetándose la gorra oscura lo más bajo que podía, no tenía ganas de tener que saludar a ningún vecino.
La casa de Yoongi tenía los aspersores automáticos activados, lo que le hizo detenerse unos segundos hasta saber en qué momento justo debía pasar con rapidez hasta la puerta para no ser empapado por éstos.
Giró el pomo circular y entró de inmediato, sin tener cuidado de cerrar con demasiada fuerza. Se sacó la chaqueta y la tiró encima del sofá gris de cualquier manera.
—¡Kim me ha vuelto a joder!—Exclamó remangándose la camiseta negra ajustada de manga larga y sentándose en el sofá.—Mis turnos de éste mes son una mierda, y ni te imaginas quién me toca de compañero.
Se sacó las llaves, la cartera y la placa del bolsillo del pantalón por comodidad y lo dejó todo sobre la mesita baja de cristal frente al televisor.
—Buenas tardes, Jimin, puedes sentarte si gustas.
El nombrado volteó los ojos con fastidio por el tono sarcástico de su amigo y se echó hacia atrás en el sofá con pesadez, se sacó la gorra y se revolvió el pelo. Podía verse en el reflejo del televisor apagado y a causa del gel fijador que usaba para mantener el cabello en su sitio durante el trabajo se veía desastroso tras despeinarse. Bufó y se colocó de nuevo la gorra.
—Ojalá terminen ya tus vacaciones.
Jeon Yoongi apareció en el salón chupándose un dedo manchado de salsa y desanudándose un delantal de color negro un poco manchado de harina.
—Ni si quiera patrullo, Jimin, no seas capullo.
El de cabello castaño claro hizo un mohín, esa característica expresión que seguía teniendo aunque pasasen los años de abultar los labios cuando estaba molesto. Yoongi dejó el delantal doblado sobre el respaldo del sillón individual y lo miró con sus ojos pequeños y juzgadores.
—Para algo tenemos los comunicadores y si no, siempre puedo mandarte un audio quejándome.
—Eso lo sigues haciendo aunque esté de vacaciones, Park.
Jimin frunció el ceño y se cruzó de brazos, realmente Yoongi y él apenas se veían durante el trabajo. El pelinegro trabajaba en oficina, la parte de informática, mientras él era un policía de a pie, de esos que visten siempre uniforme, llevan pistola y esposas y detienen gente.
Al castaño le gustaba describirlo así cuando alguien les preguntaba cómo era el trabajo de policía, se divertía diciendo que su amigo era un cerebrito tras una pantalla mientras él era el que se jugaba la vida en las calles de verdad.
Lo cierto es que tampoco vivían en un lugar muy conflictivo, en sí Corea era uno de los países más seguros actualmente, pero su trabajo seguía siendo arriesgado al fin y al cabo.
—¿Vas a quedarte a comer o solo has venido a quejarte?
Jimin puso su mejor sonrisa y echándose hacia adelante apoyó un codo sobre su rodilla mientras su cara descansaba cobre una de sus manos, aleteó las pestañas tratando de parecer adorable y Yoongi levantó su labio superior mostrando asco.
—Desde que te independizaste eres un puñetero parásito en mi casa. ¿No es más fácil que vivas conmigo?
El pelinegro se levantó y agarró de nuevo el delantal, colocándoselo de camino a la cocina, siendo ésta vez seguido por su mejor amigo y sus pesadas botas que no se molestó en quitarse.
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🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.
FanficJungkook se pasó media vida enamorado del mejor amigo de su hermano mayor, fue un amor imposible que ha superado. Han pasado seis años desde la última vez que se vieron, ahora Jimin es policía como siempre quiso y Jungkook se ha trasladado de Unive...