Capítulo 1

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Ese pequeño felino pagaría mierda por esto. Incluso aunque Taeyong tuviera que dar su último aliento para asegurarse de que ocurriera.

Equilibrado en una viga cerca del techo, tenía una buena vista de la pequeña mierda. Miró hacia abajo a la figura pequeña y delgada que caminaba a través del almacén vacío. A pesar de que lo cabreaba que la pobre iluminación no le permitiera una buena visión, Taeyong había memorizado los rasgos del mocoso dolorosamente. Cabello marrón, que parecía casi rubio cuando la luz natural lo atravesaba. Largos y grandes ojos, de color ámbar, que desprendían una falsa inocencia. Gruesos y gordos labios que parecía que siempre se enroscaban en una forma malvada. Pómulos altos, que le añadían cierta elegancia a su joven apariencia.

En otras palabras, la pequeña mierda hubiera sido perfecta para follar, si no fuera por tres cosas.

Número uno, resultó que era el hermano más joven de Yunho, líder de la coalición felina a la que pertenecía Taeyong. Número dos, la mierda era demasiado joven, acababa de cumplir veinticuatro hacía una semana. Mierda, fue una sorpresa para Taeyong descubrir que el chico ya había pasado por su primer cambio. La razón número tres y la más importante, era que la pequeña mierda había pasado a ser un criminal. No uno cualquiera, sino uno que era buscado por la coalición felina. Taeyong tenía órdenes de llevarlo por cualquier medio posible.

Taeyong frunció los labios mientras continuaba observando al joven moverse en silencio alrededor del oscuro almacén. Vestido todo de negro, la pequeña mierda estaba casi oculta en el plano. Era sólo gracias a la elevada visión de cambiaformas de Taeyong, que podía ver a su presa totalmente.

Como cambiaformas jaguar de nacimiento, el mocoso se movió con una gracia fluida que le venía de su orgullosa herencia. Si las circunstancias hubieran sido diferentes, podría haber incluso impresionado a Taeyong, y eso no era una tarea fácil. Como uno de los pocos cambiaformas panteras de la coalición, tendía a permanecer solo, e incluso no solía hablar con los otros y mucho menos caer en los cumplidos.

La pequeña mierda se acercó a un cajón y una sonrisa socarrona curvó su cara. A pesar de su sentido del deber, el cuerpo de Taeyong reaccionó a la pura perversión en la cara del otro hombre. Hablaba de deseos traviesos y largas noches de pasión sudorosas, dos de las cosas favoritas de Taeyong. Un gemido se deslizó de sus labios cuando su polla se apretó contra la bragueta de su traje de faena. En ese instante, habría dado casi cualquier cosa por haber sido él el que hubiera puesto ese brillo travieso en los ojos del jaguar. Aunque sólo fuera por unos pocos momentos.

Por supuesto, la pequeña mierda tenía un nombre propio, Ten, pero Taeyong se vio en apuros para recordarlo después de todo el dolor que había pasado persiguiéndolo. Antes de esta misión, Taeyong tenía la reputación de ser el mejor rastreador, el único al que siempre se dirigía Yunho cuando nadie más podía completar el trabajo. Todos los felinos murmuraban acerca de sus habilidades, mientras que al mismo tiempo lo temían. Esa fue la forma en la que consiguió el apodo de Taeyong, por su habilidad para colarse furtivamente en cualquier situación. Sus objetivos no sabían que estaba allí hasta que ya era demasiado tarde. A excepción de uno, Ten.

En el lapso de tres meses, Ten había dado duramente por el culo a Taeyong y lo había desmenuzado como un cachorro desmenuza un periódico. El jaguar... no ese niño, sin ayuda de nadie había hecho que Taeyong fuera el hazmerreir de toda la coalición. Taeyong iba a hacerle pagar por eso.

Taeyong saltó de la viga, haciendo el más seco de los sonidos cuando golpeó el suelo. Ten ni siquiera giró la cabeza, en su lugar siguió pasando la palma de su mano sobre la caja. Casi como si hubiera encontrado un tesoro perdido. Eso no tenía ningún sentido para Taeyong, ya que en el almacén solo se almacenaban en su mayoría equipos médicos.

Serie de los CP 06 - Persecución ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora