Capítulo 26 "Déjenme vivir"
Ya no entendía dónde estaba, que estaba pasando y por qué se lo llevaron justo a él. Tenía que ver con su alfa, sí. Estaba perdiendo la paciencia a cada minuto que pasaba, también.
Al despertar se encontró en una habitación totalmente cerrada, no habían ventanas, y solo una puerta podía ser su escapatoria. Él entendió que si hubiera tenido las agallas para matar al intruso, aunque sea clavándole un trozo de vidrio del florero, podría haber sido libre. Pero no, se había portado como un tonto llorón. Y se odiaba por eso, si aquel personaje tenía más fuerza que él pero igual se reprochó no haber intentado más para ser libre. Solo quería vivir con su amado.
Escuchó su nombre detrás de la puerta, fingió que leía un libro sobre plantas ignorando así al nuevo visitante en su cárcel sofisticada.
Lo vio por el rabillo del ojo, era un hombre de veintitantos años que caminaba con un deje de superioridad, su mentón alzado y su postura recta estaban sacando de quicio a Sunoo. Tan tranquilo cuando era secuestrador. Un maldito psicópata.
—Kim Sunoo, por fin te conozco—. Soltó sentándose en una mesita para tomar té. Toda la habitación estaba decorada como si fuera de la realeza y hasta habían pintado una maldita ventana en la pared.
Volteó a observarlo, encontrándose con la mayor sorpresa de su vida. Era casi idéntico a Sunghoon ¿como es que aquello era posible? ¿su secuestrador era el hermano de Sunghoon?
—Sí, si te lo preguntas, obviamente estoy emparentado con tu alfa idiota. Pero bueno, eso ya es cosa del pasado ahora que no estarán juntos nunca más—. Hizo una mueca de disgusto y chasqueó los dedos, no pasó ni un minuto y ya habían dos omegas jóvenes frente a él—. Quiero que lo vistan decente, y me traigan un té.
Ambos asintieron y uno salió, el otro se quedó, dirigiéndose al armario y sacando ropas blancas que parecían ser más costosas que su casa en su pueblo. Era una camisa y un pantalón de vestir blanco, junto a unos zapatos haciéndole juego.
Se quedó sentado solo mirando con cautela al omega que se acercó a él y empezó a desvestirlo frente a su secuestrador.
—Por favor ayúdame, tengo familia—. Susurró la víctima pero fue ignorado totalmente.
El té llegó en una charola con una tetera, dos tacitas y un par de galletas, el omega lo dejó en la mesa y se retiró sin decir una palabra.
Mientras que el otro, seguía batallando con Sunoo para quitarle el pantalón—. Suéltame.
—No puedo señor, tiene que cambiarse el ropaje sucio.
—No es ropaje es ropa idiota ¿que se creen?—. Sunoo miró colérico a los dos personajes en su carceleta.
En un descuido lo despojaron de su ropa interior también y lo siguió cambiando frente a la mirada del que parecía Sunghoon.
Quiso llorar por lo vulnerable que se sentía pero no se permitió, ya no iba a llorar. Bufo cuando lo dejó tirado en la cama con su nueva ropa y se retiró después de reverenciarse con su secuestrador.
—Acompáñame a tomar el té, Kim Sunoo—. Esa voz galante estaba perforando sus tímpanos, quería golpearlo pero tenía que tener un mejor plan si quería escapar de ese lugar.
ESTÁS LEYENDO
Roomie ; SunSun
Fiksi PenggemarDónde Sunoo ingresa a la Universidad de Seúl y no tiene dónde alojarse, hasta que su mejor amigo le propone vivir con su primo que reside ahí. El único problema... Es que Sunghoon es un alfa y él un omega. ¿cómo acabarán las cosas para Sunoo y Sung...