Cuidado con lo que deseas [COMPLETA]

CAPÍTULO 1

Capítulo 1: "Un deseo hacia la oscuridad"

Había tenido sexo.

Había tenido sexo con un desconocido.

Había tenido sexo con un desconocido que además era un vampyr.

Vaya, definitivamente el guionista había dado un giro gigante e interesante a la trama de mi vida, y eso no era lo peor.

No sabía que eso no sería lo peor.

Pero todo no se había ido al carajo de la nada, es más, yo había comenzando de forma consciente a tomar decisiones que me habían llevado hasta allí.

Y todo había comenzado con un examen final.

***

Había tenido 2 semanas por lo menos para preparar mi examen final, y por cosas de la vida, había procrastinado lo suficiente como para comenzar a estudiar tan solo 2 días antes.

Muy mala primera decisión.

—¿Hasta que hora vas a estudiar? —oí preguntar a Penny, la esposa de mi padre, desde el marco de la puerta.

—Hasta que logre memorizar todo esto —dije levantando la pila de papeles llenos de apuntes.

—Te traje esto —dijo mientras caminaba hacia mí con una taza de café.

—Gracias, Penny —le sonreí.

Penny era una mujer increíble. Mi madre había fallecido en un accidente de vehículo, en un acantilado cuando yo tenía 8 años. Nunca habían encontrado el cuerpo, muchos decían que los lobos lo habían devorado.

O peor.

Los vampyr.

Penny se había incorporado a la familia 2 años después, y aunque en un principio la odiaba, con el tiempo se había ganado mi corazón, y ahora ya era una madre más para mí. Era muy afortunada de tenerla

—Te dejo para que continúes —besó mi cabeza.

Tomé un sorbo mientras la veía salir y cerrar la puerta. El café estaba en su punto.

Suspiré. Mi mente estaba increíblemente dispersa, no lograba concentrarme para nada.

Miré una de las velas negras sobre mi escritorio. Rezarle a la diosa siempre me calmaba.

Busqué uno de mis tantos encendedores, apagué la luz y prendí la vela. Traté de imaginarme a Nyx, nuestra deidad, bailando sobre ella, al son de la llama.

Nyx oía a sus hijos, eso era algo que yo sabía con certeza. Cuando mi madre había huerto, había rezado por que me enviara una madrastra buena, y ella lo había cumplido.

Nyz nunca me había abandonado.

—Mierda, sé que no debería hacer esto, madre —comencé a orar—. Sé que es mi culpa, pero necesito de tu ayuda para poder absorber el contenido, para poder eliminar las dudas de mi mente.