La increíble muerte de mi adolescencia

Queridas madres

Queridas madres,

Mi relación contigo se ha transformado tanto...
Tal vez nunca me hayas levantado la mano
Pero me has apuñalado

Hoy, que ni siquiera nos hemos hablado
Tengo miedo del mañana
Y el ayer, solo queda como una mancha

Me preparo mentalmente, siempre para tus palabrotas
Tu tono punzante.
Tu tono tan punzante,
Para un corazón tan débil como el mío.

Y mi psicóloga no para de preguntarme
¿Por qué me afecta tanto?
¿Por qué no puedo barrerlo debajo de la alfombra?
¿Por qué siempre trato de justificar? Lo que para ti...
Es injustificable...

Mi relación contigo se ha transformado tanto
Tiene tantos matices y tantas formas.
Que a veces me cuesta encontrar cariño en ellos

Porque siempre que te hago una broma
Termino con los ojos tristes.
Y diciendo ¿por qué te conté esto?
¿Por qué te hable?
¿Por qué te mire a los ojos?
¿Por qué fui tan tonta de no evitarte?

Y siempre que me apuñalas,
Me pregunto si aún así me ves en tu futuro
Sonriendo y perdonando

Pero me he cansado de perdonar
Y no me veo en tu futuro
Y ahora que no sanó, todo queda abierto

Y mi psicóloga me sigue preguntando
¿Por que me importa tanto?

Para pasar escondida bajo una puerta
Que es derrumbada
Un cuarto
Que no siento a veces propio por la intromisión de tu persona cuando no estoy

Para recibir constantemente comentarios frívolos
Y no poder responder.

Y es que "era tan joven cuando empecé a comportarme como alguien de 25...
Y ahora que he crecido,
Me he convertido en un niño grande"
Y todo es por ti
O por la ausencia de ti.

¿Es este un discurso de odio?
Tal vez...
al menos viene de un lugar con odio
y resentimiento.
Y espero que sepas que todo este poema
Es tu culpa.

Y me doy cuenta que nunca seremos como yo quiero.
Y aún así una parte escupida de mi te sigue buscando...
Y es que sigo esperando.
Y me odio por eso.
Solo por un "gracias" aguantaría todo de nuevo.