CAPÍTULO 4 - ¿QUÉ ES ESO DEL DESTINO?

61 20 0
                                    

Médico Bram: Bien, el chico no tiene nada grave, resistió muy bien a pesar de ser atacado por cinco chicos a la vez, solo tiene moretones que desaparecerán, no es algo por lo que debas preocuparte únicamente déjalo descansar, algo muy curioso que vi, es su tipo de sangre tiene algo muy inusual, creo que se podría a llegar hacer un afrodisíaco con su sangre.

¿Es por eso que lo cuidaste?

Blade: Eso no es de tu incumbencia.

Owen: ¿Mi sangre?

M. Bram: Sí, tu sangre, ¿me permites probarla? , tengo mucha curiosidad, prometo que no te morderé muy duro.

Blade: Suficiente, ya puedes irte Doc, te llamaré si existe alguna anomalía.

M. Bram: ¿Cuál es la prisa? No escuché su respuesta, si cambias de parecer llámame chico 😉.

Blade: Vete ya.

M. Bram: Una cosa más Blade, no te encariñes con él, tu destino ya está marcado.

Owen: Encariñar ¿Destino?

Blade: ¡Largo!

(...)

El médico con una sonrisa se despide de Blade y le tira un beso a Owen, solo para enfurecer a Blade, no tiene ningún interés romántico en Owen, pero como médico sigue teniendo mucha curiosidad de su sangre, era algo que olía demasiado bien, se tuvo que contener para no chuparle toda la sangre, aunque sabía que sí lo hacía probablemente iba a tener sexo con ese chico, porque si sus suposiciones son correctas, la sangre del chico serviría como afrodisíaco, y el exceso llevaría a un estado de locura.

(...)

Owen: Bien, ya escuchaste a él doctor, estoy completamente bien, así que déjame ir.

Blade: Te quedarás aquí hasta que yo lo diga. (con un tono molesto).

Owen: Oye, no sé muy bien de que va tu royo, pero necesito ir a trabajar, estudiar y retomar mis actividades no puedo estar aquí, no sé cuál es el problema con mi sangre, no sé si eres un pervertido o algo así, porque escuché que mi sangre es rara, si quieres puedes venir donde vivo para que tomes de mi sangre o en otro caso yo vendría a verte.

Blade: Discutiremos de eso luego, así que descansa.

Blade sale de la habitación para evitar todo lo que dijo Owen.

Al siguiente día, Owen se dispuso a levantarse y recorrer la casa porque no tenía nada que hacer además tenía hambre y se encuentra con Frost que estaba tartamudeando palabras.

Frost: El destino, el destino, el destino del señor.

Owen: Ey, ¿estás bien? ¿Qué es eso del destino? Pareces un disco rayado.

Frost mira con una cara de desagrado a Owen y dice.

Frost: No debería meterte en asuntos que no son tuyos.

Owen: Bueno tienes razón, pero donde está la comida en este lugar.

Frost: En la cocina donde más, el señor compró comida para que pudieras reponerte, deberías estar agradecido, despreciable humano.

Owen: Parece que cierto vampiro tiene complejo de inferioridad, hasta donde yo sé no he hecho nada para llevarme mal contigo.

Blade: No debiste mencionar que yo fui a comprar y otra cosa, dejen de pelear.

Puedes retirarte Frost.

Owen: ¿Dónde están los panes para el desayuno?

Blade: Ahí arriba, déjame alcanzarlos.

Don't Blame MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora