—Todo estará bien Sal—. Pocos conocían las crisis emocionales de Sal Fisher. Ese día no había asistido Larry al colegio y ese estado de lágrimas, mocos y respiraciones incontrolables no eran algo que quisiera mostrarle a Ashley.
—N-no puedo Travis, estoy cansado…hundido, eso y todo lo demás es mi culpa, soy tan…—. El rubio pasó sus brazos por la espalda de Sal y lo acercó a su pecho, recargo su barbilla en el hombro del peliazul y dejo que todas sus lágrimas cayeran en su suéter rosa.
No entendía mucho de cómo controlar a alguien con una crisis depresiva y de ansiedad pero estaba haciendo su mejor esfuerzo. Primero se encerró junto a Sal en el cobertizo del conserje y luego apagó las luces para que el peliazul pudiera quitarse la prótesis con confianza.
— no sé muy bien de qué te culpes pero estoy seguro de que tú no fuiste la causa—. El rubio calmaba las agitadas respiraciones con palmadas leves.
—Es que… yo… mi mamá, Kenneth…él sabe que yo…—. Su padre no había tenido ni la menor delicadeza al pronunciar a Sal como el culpable de la muerte de su propia madre, ahora entendía porque estaba en ese grave estado.
—Sal, tu mamá… ¡No debes hacerle caso a mi padre! Ese hombre ha estropeado su vida que ya no sabe cómo sentirse mejor. ¡Joder! Por favor Sal, deja de llorar, verte en este estado me…me pone…mal—. Travis quería compartir su sentir, llorar juntos pero necesitaba calmar al más bajo.
De un momento a otro Sal llevó sus manos hasta la espalda baja de Travis y sorbio su nariz.—hueles a Shampoo, jeje—. Se oía más relajado, como si la incomodidad de ya no querer seguir llorando lo invadiera.
—¡Obvio! Me baño diario —. Respondió Travis.
—¿En serio? ¿Debería verificarlo?—. Sal metió su fría mano debajo del suéter rosa de Travis, sus dedos delineaban puntos sensibles de Travis haciéndolo jadear por lo bajo.
— ¡¿Qué narices?!—. Travis intento apartarse del abrazo pero Sal lo retuvo junto a él.
—no te separes—. La voz quebrada de Sal aún estaba buscando la manera de calmarse— te ruego que no te alejes.
Con su mano Sal hizo sentir un cosquilleo interno a Travis, dónde pasaba su mano se sentía un calor irremediable, la resequedad de sus dedos y la suavidad de sus intenciones contrastaban en la mente de Phelps.
—Travis, no sabes cuánto te necesitaba. Saber que algo de lo que está a mi lado no ha resultado herido—. Quizá el peliazul se refería a que Kenneth no le había quitado a alguien más de su vida pero a ser sinceros Travis estaba sumergido en el romántico roce de Fisher que ni siquiera le escucho bien.
—yo también te necesitaba, podría estar así por siempre—. Travis hizo más corta la distancia sintiendo como el aliento de Sal chocaba contra su clavícula.
—eres sensible aquí—. Sal trazo líneas en la columna del rubio, en respuesta este último jadebaa bajo.
—es que yo…—. Travis comenzaba a sentir calor, a sentir la necesidad de besar al peliazul de que las cosas avanzarán un poco más en su relación, de…
De pronto el conserje abrió la puerta viendo a dos chicos sentados en el suelo muy abrazados y uno de ellos con la espalda semi descubierta. Tanto Travis cómo Sal se avergonzaron tanto que salieron corriendo, el peliazul tomó su prótesis y fue inmediatamente jalado de la mano por Travis, corrían frenéticamente por los pasillos aunque nunca se separaron mientras lo hacían.
Muchas cosas las harían de ese modo, juntos.
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30 días OTP (Sally Face x Travis)
Fanfiction30 días de Sal Fisher y Travis Phelp en un tono +18 Sal (Top) Travis (Botton)