En la misma sintonia

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Era 1883, nos ubicamos en una de la ciudades del sur de Estados Unidos , esta epoca es algo confusa porque mezcla todo lo antiguo con la esperanza de lo nuevo, nueva teconologia y lo mas importante...electricidad.

Para un joven Alexander Quackity esta epoca solo representa una cosa : saber como llegar vivo a fin de mes. A pesar de todo no se podia quejar porque no estaba del todo mal por ahora, tenia una modesta habitacion ubicada en las afueras de la ciudad, donde no se tenia que preocupar por el alquiler ya que esa era la unica dote que le habia dejado su madre antes de fallecer. Y sobre su trabajo..... era algo complicado puesto que estaba agradecido de haber aprendido a tocar el violin, arte y obra del joven Rubius a quien el servia en su juventud junto a su madre pero por algunos problemas con su herencia tuvo que irse a Inglaterra y no pudo llevarselo con el ya que en ese momento su madre se encontraba enferma.

A pesar de todo, aun cuidaba con cariño y recelo aquel violin que le regalo, notando siempre que aquellas cuerdas nunca se desafinaran no solo por la melodia sino porque tambien eran muy caras para comprar otras.

Esa noche tenia que volver a salir a presentarse en aquel pequeño teatro, que mas que un teatro parecia solo un escenario sostenido por unas cuantas maderas que frente a esta tenia unas banquetas que parecian troncos de arboles partidos a la mitad y por el cual a pesar de tener paredes se filtraban un frio que podia congelar hasta sus dedos, los cuales nunca pasaban porque se concetraba tanto en la musica que el frio era lo de menos.

Tomo su chaqueta y se trato de peinar un poco aquel largo cabello que amarro en una coleta baja y con ello salio

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-Tin tin tin, ultima parada- Menciono a lo lejos el encargo de la via ferrea quien bajaba de aquel tren de vapor haciendo salir con ellos a las ultimas personas.

El frio era manejable o al menos eso pensaba Luzio despues de salir de aquel vagon y ser recibido por el aire helado de esa zona. Diferente de la gran ciudad ya que las enormes casas y edificaciones que se andaban construyendo filtraban el aire haciendolo menos frio.

A grandes pasos comenzo a caminar saludando a la gente en su camino , mientras paraba el reloj de mano que le colgaba de una cuerda dorada desde su bolsillo izquierdo, mientras que el traje negro con corbata roja que en ese momento llevaba lo hacian resaltar de las demas personas porque si, ya no estaba en la gran ciudad, ahora solo era una zona de mendigos .

Comenzo a caminar sin un rumbo fijo, puesto que la verdad su mente solo estaba en un solo recuerdo.....

-Por favor Luzio que es esta porquería, sabes que puedes hacerlo mejor- Un enojado Auron tenia aquellas partituras entre sus manos antes de tomar las hojas y partirlas en dos para tirarlas al suelo- Esto no lo aceptara ninguna orquesta y dudo mucho que hasta un limpiabotas lo quiera oir-

-Sabes que lo estoy intentando 

-Ni una mierda, esto ni se acerca a lo que haces-

-Te juro que si lo estoy intentando-

- Pero que dices si esto es....Luzio parate ahora mismo...LUZIO-

Luzio se levanto de su silla y salio corriendo de su estudio llevandose en su mano su abrigo y ahora estaba alli caminando sin rumbo. El era un reconocido compositor debido a su gran talento y manera de..... la verdad es que solo era por su legado familiar lleno de grandes musicos asi que por supuesto continuo con ese camino pero el nunca logro componer mas que dos notas musicales. Si muy bien era muy habil al tocar el piano, nada de lo que habia tocado era suyo. Siempre salia justo como ahora a buscar pequeños musicos que a duras penas en sus vidas podrian tocar grandes teatros y por unas cuantas monedas les compraba sus composiciones y asi es como el mantenia su reputacion.

Sonata en mi menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora