Septiembre 2021
Amanda
Es la tercera semana de septiembre, hace un calor infernal y el profesor de educación física pensó que sería buena idea que jugáramos tenis justo hoy, bajo el horrible sol de esta mañana.
Nos dió un par de raquetas y pelotas para jugar en parejas mientras calificaba algunos trabajos. Para mi maldita suerte, no soy pareja de mi único amigo Jake, si no de ese hetero que se cree mucho por jugar baloncesto y ser medio guapo, Derek.
—Juegas bien —me dice. Su sonrisa y cumplidos me dan ganas de lanzarle la raqueta en la cara.
Se ve bien incluso estando sudado, yo desearía poder raparme ahora mismo porque odio como me veo con coleta, y ya que tengo el pelo largo, no puedo dejarlo suelto.
Hago una mueca a modo de respuesta y continuamos. Él juega con mucha facilidad, pero yo solo siento mi cuerpo cansado, mis piernas y manos temblorosas y algunos mareos fuertes. Aunque no lo suficiente ya que logro disimularlos.
—¿Quieres descansar?, te ves cansada —ok, tal vez no los disimulo tan bien.
—No, estoy bien —le aseguro, negando con la cabeza, a pesar de sentir que podría desmayarme en cualquier momento.
Cuando está por terminar la clase Derek se detiene para beber agua con sus amigos, mientras que yo me mantengo sentada en el suelo, tomando aire. Derek me ve y alza la botella en mi dirección.
—¿Quieres? no has bebido agua en toda la clase, te hará daño.
Alguien aviéntele una silla y que se largue.
Odio que se preocupe por mi, pero decido aceptar ya que estoy muy cansada. Me levanto y empiezo a caminar en su dirección hasta que un mareo muy intenso me ataca por la rapidez con la que me levanté y cuando estoy a un par de pasos de él, mi vista se vuelve algo borrosa, los ruidos y voces a mi al rededor se desvanecen, y siento como mis piernas me fallan. Lo último que logro escuchar, casi inaudible, es a él llamándome mientras corre hacia mi.
Despierto, estoy sobre el suelo de la cancha, lo primero que logro ver es al profesor y a Jake, que están de cuclillas junto a mí, pero no logro ver a Derek por ninguna parte.
Ojalá poder desaparecer justo ahora.
—¿Qué pasó? —me toco la frente y miro en otra dirección, el resto del salón está murmurando al otro lado de la cancha.
—El profesor dice que te dio un golpe de calor, te desmayaste por... casi un minuto —murmura Jake.
—Levántese con cuidado, por favor —me pide el profesor, yo me siento lentamente, sin saber qué hacer en realidad—. ¿Está bien? ¿no quiere que llamemos a sus padres?
Me cuesta concentrarme pero niego con la cabeza en seguida, lo que menos quiero es que mi madre venga por mí, se muy bien que no me desmaye por un golpe de calor, si no por las comidas que me he estado saltando a propósito
—No, estoy bien, gracias.
—Está bien, si se sigue sintiendo mal vaya a la enfermería, Gray —me dice. Siento una punzada en el pecho cada vez que un profesor me llama por mi apellido.
El hombre se levanta, le da una indicación a la clase y todos toman sus cosas. Veo a Derek acercarse deprisa con una botella de agua en la mano, y se pone de cuclillas junto a Jake.
—Te traje esto, para que no te tengas que beber la mía.
Yo la agarro, desconfiada, y Jake resopla.
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Una Novia Para Amanda Gray
Novela JuvenilAmanda ya lo dejó todo para empezar de nuevo, se acostumbró a ser siempre ella y nadie más. Pero cuando conoció a Derek todos querían saber de ella, su vida privada, su pasado, criticar su forma de ser y vestir, y en especial, saber que tipo de rela...