¿De verdad existe?

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-¿De verdad estoy haciendo esto? -se preguntó así mismo mientras se preparaba.

La pregunta era retorica pues realmente no sabía que estaba haciendo. Jimin había visto en algún foro de Reddit de personas que les gustaba lo esotérico donde compartían información de cómo hacer una invocación al señor de la luna aunque la mayoría prefería decir que esa persona tenía la apariencia de un conejo el cual podía verse desde la tierra.

-¿Saldrán las cosas bien? En definitiva no, ¿probablemente un demonio se meterá en mi cuerpo?, claro que sí. -se hablaba a si mismo con nerviosismo.

Hasta hace poco Jimin no sabía del dato de que todos los que están destinados a la magia pueden hacerla aunque él no se haya relacionado nunca con ella, lo supo en cuanto descubrió el foro, su reacción fue de sorpresa pero como no había algo que le captara la atención para posiblemente poner en riesgo su vida, no lo había intentado, hasta este día o bueno, noche...

-No te puedes arrepentir justo ahora, no ahora -hablaba consigo mismo mientras terminaba de acomodar la sal- ¡Listo! Ahora... ¿Qué seguía?

Tomó las instrucciones entre sus manos, comenzó a leerla y a repasar para saber que no faltaba nada. Ya eran aproximadamente las 9:00 p.m. Miró su reloj y después de darle un vistazo a la luna se sentó dentro del círculo.
Después de repetir las palabras anotadas en la hoja se desilusionó ya que él pensaba que las cosas pasarían al instante. Pasó un minuto, dos, tres minutos y nada, ya cuando estaba a nada de tirar sus esfuerzos y pensar en que tan estúpido era por creer en esas cosas pasó lo inesperado.

-Soy tan tonto, no sé cómo pude creerles este tipo de cosas a personas que no conozco -renegaba mientras se ponía de pie.

"¿A quién le dices tonto?"

-¿Pues a quien más? A mi -dijo sin pensar en la situación que estaba aconteciendo en ese momento- como soy de estúpido.

-Entonces no lo seas, así de simple -habló aquella voz desconocida detrás de aquel ingenuo de la situación.

Jimin estaba a nada de responder enojado hasta que recordó que en aquella azotea estaba completamente solo antes de comenzar y como si lo hubieran aventado al mar del polo sur obligándolo a nadar, se congelo por completo al punto que se quedó inmóvil. Jimin no sabía que era peor, que alguien se haya metido hasta llegar a él o una especie de demonio entablando una conversación con él. De cualquier manera, ambas formas era horrible, pensó rápidamente que lo iban a matar o que el demonio lo iba a poseer.

-¿Quién eres? -preguntó con el mayor temor posible.

-Me pregunto lo mismo, se supone que tú me has hablado a mí y eres tan descortés al no darme la cara y estar de espaldas ante mi presencia -hablaba molesto mientras sus brazos se cruzaban y con un pie le pegaba rápidamente el piso.

-¿Eres el señor de la luna? -su voz temblaba a cada letra que pronunciaba.

-¿A quién le dices señor? Primero me hablas y me das la espalda y ahora me ofendes diciéndome señor, ustedes los humanos son unos groseros de primera.

-¡LO LAMENTO NO ERA MI INTENCIÓN OFENDERLE DE ESA MANERA! -gritó mientras se daba la vuelta para hacerle una reverencia.

-Creo que tú no entiendes el concepto de "noche", ¿o sí? -preguntaba al mismo tiempo que se ponía en cuclillas para estar casi a su mismo nivel- en la noche se descansa y se duerme sin ruido del exterior, el momento donde yo estoy velando por tu sueño pero vienes y te atreves a gritarme, soy sensible a los sonidos ¿lo sabias?

Con temor levantó el rostro para poder verle y evitar ser más descortés de lo que ya lo estaba haciendo según la perspectiva del señor de la luna. Al levantar su rostro y sentarse sobre sus propias piernas se llevó una muy grata sorpresa, no era un señor, era un muchacho el cual se veía realmente joven que desprendía una pequeña luz blanca al igual que tenía su piel pálida, perecía estar hecho de perlas blancas pero al ver su rostro su sorpresa fue aún mayor, la belleza de ese hombre era imposible de creer.
Sin darse cuenta su boca comenzó a abrirse en señal de sorpresa el cual hizo que aquel nombre de gran belleza lo mirara con curiosidad.

-¿Estas bien? ¿Qué te pasa? -preguntaba preocupado sin recibir respuestas del contrario- oye me estas preocupando, di algo, lo que sea.

-Eres muy lindo -su voz había cambiado de tener temor a casi estar hipnotizado o enamorado- eres muy lindo de verdad.

Las palabras lo habían tomado desprevenido, espera todas las respuestas menos esa. Se cuestionó si realmente decía la verdad o solo estaba siendo cortes por lo anterior sucedido.

-¿Muchas gracias? Oye... ¿de verdad te sientes bien?

-Estoy completamente bien, solo que, no esperaba que te vieras realmente joven, las personas dicen que eres un señor.

-¡Ah! Lo dicen quiero suponer por mi edad pero aún soy joven, la edad de la tierra y la de donde yo vengo se mide de manera diferente -dijo casi avergonzado- ¿Cómo te llamas?

-Eh yo me llamo Jimin, Park Jimin -expresó mientras extendía su mano hacia él.

-Mucho gusto Jimin, puedes decirme Jungkook, es mucho mejor a que me digas señor de la luna o conejo -sonrió sin tomar la mano del contrario.

-Parece que el descortés eres tú ahora -dijo ofendido mientras fruncia la cara.

-Pido una disculpa por no tomar tu mano pero no puedo, no se me es permitido tener contacto físico con los humanos -confesó algo triste pero con todas las palabras de la verdad.

Rápidamente Jimin supuso que era algún tipo de código pero, ¿de verdad lo era?

Mientras transcurría la noche, la conversación entre ellos dos se hacía más fluida, la conexión que sentían era muy fuerte al punto en que Jungkook no quería regresar su lugar sabiendo que la noche fluía como el agua entre las manos. Al llegar la madrugada él sabía que tenía que irse y con la mirada triste cortó la conversación de manera brusca.

-Jimin...

-¿Qué pasa? -pregunto con curiosidad.

-Me la pase muy bien esta noche, realmente me alegro de haber tomado la llamada de lo contrario no te hubiera conocido pero me tengo que ir -explicó de manera triste- me gustaría seguir conversando ya que básicamente eres la única persona con la que he tenido una conversación de horas.

La expresión en el rostro de Jimin se había transformado a una de verdadera tristeza pero supo comprender la situación después de todo.

-Está bien, entiendo hasta cierto punto la situación, por favor cuídate mucho -sonrió haciendo que sus ojos se achinaran.

-Gracias Jimin, puedes estar tranquilo sobre volver a verme, mientras haya luna puedes seguir llamándome las veces que quieras -la forma en la que salían las palabras de su boca sonaba algo nostálgico.

-Entonces veámonos mientras pueda, regresa con cuidado -habló en voz baja mientras movía la mano en señal de despedida al mismo tiempo que entraba a su casa.

-Adiós Jimin -sonrió alejándose poco a poco del lugar- nos veremos más seguido de lo que piensas...










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¿Fin?

El conejo en la luna (One Shot KookMin)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora