—Repite lo que acabas de decir—me pidió Nina
Kany miró de una a otra, mordiéndose las uñas.
—Te lo repito las veces que sea necesario, si me haces ya mismo esa lectura—junté mis manos—Adolfo está posiblemente en Los Ángeles y viene por mí. Tambien anoche casi me acuesto con mi jefe. ¡¡Necesito respuestas!!
Casi grité. No entendía porque ella necesitaba que se lo repitiera, pero lo hice, si con eso conseguía aclarar mi cabeza. Mi amiga solo soltó un gritito de júbilo y batió palmas.
— ¡Lo sabía! Mis guías nunca fallan—se frotó las manos, y después se enderezó—muy bien. Te haré la lectura, para saber que está pasando en este momento y las energías que los rodean. Pero tienes que permanecer toda la sesión, cariño. No irte de la nada. Tus guías están molestos porque te haces la sorda.
—Está bien. Hago lo que me pidas. Solo aclárame todo esto. Ya me está asustando que fueses tan específica y todo se cumpliera.
El tarot era algo que para mí no tenía ni pizca de lógica. ¿Pero que todo se cumpliera al pie de la letra? No podía ser simple coincidencia. Y aunque Nina conocía al jefe, y Kany a mi mejor amiga por teléfono, era tambien imposible que hicieran la cuartada para que yo creyera en las predicciones. Si Flor me había advertido sobre Adolfo era porque debía tener cuidado. Aunque no sabía si Andrew había hecho todo lo del día anterior por jugar conmigo, como había hecho en el pasado con todas, según Ava.
—No soy yo la específica. El universo muestra de verdad lo que está ocurriendo—fue en busca de las cartas—hoy haremos una lectura profunda. Signos implicados en esto, que pasará a futuro y preguntar que debes hacer. A veces la persona por la que se pregunta, tambien envía mensajes, así que mantente abierta, por favor.
La seguí un poco temerosa a la mesa, donde había velas encendidas, muchos cuarzos, sahumerio, y algo que parecía una pirámide invertida, colgando de una cadenita. Ella siguió mi mirada.
—Ese es un péndulo—me lo enseñó—se usa para que los guías muestren las cartas a consultar o una respuesta en preguntas de si y de no. Pero por ahora no lo usaremos.
La vi cerrar los ojos un momento, con las cartas en mano, pasarles el humo sagrado, según me explicó Kany, para purificar las energías y la lectura. Después les dio dos golpecitos con el puño, y las mezcló, sonriéndome.
—Ve pensando mentalmente lo que quieres que la lectura te responda. Concéntrate en las personas por las que quieres preguntar. Canalizaremos la lectura para que sea muy específica—miró por debajo de la mesa, señalándome los pies—no los cruces, por favor.
Hice caso, y solo me concentré en la imagen de Adolfo. Su mirada ceñuda. Cada rasgo físico de él y su asquerosa personalidad. Tambien mi mente divagó en Andrew. Su porte de caballero. Esos hermosos ojos grises tan intimidantes a veces y tan dulces otros. Sus brazos rodeándome. El olor de su colonia. Su boca sobre la mía. Nina inhaló hondo.
—Hay dos energías fuertes aquí. Y ambas son masculinas—empezó a poner las cartas en dos grupos—a mi izquierda estará la primer energía... Adolfo, dicen mis guías—asentí—derecha son... Andrew. Creo que ya tenemos claro que es el quien está ahora en tu corazón. No hay señales de otros hombre—analizó todo e hizo una mueca con la boca.
— ¿Qué pasa?
Se concentró en todo y al final me miró con una sonrisa, mientras mi estómago daba vueltas.
—Las cartas siguen insistiendo en lo mismo. Tu Andrew... es tu alma gemela. Están en esta vida por destino. Puede sonarte estúpido, pero la leyenda del hilo rojo se cumple en los dos. No importa a donde vayan y con quien estén, ahora, en el pasado o el futuro. Terminarán reencontrándose para estar juntos—tragué con dificultad—si te diera un consejo antes de explicarte en forma la lectura...
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SUITE 405 (COMPLETA)
Romance¿A qué estarías dispuesta por salvar tu vida? ¿Perderte lejos donde nadie te conozca? ¿Pagar el precio que sea? O ir contra la ley, fiándote de un coyote que te ayude a cruzar la frontera de México a Estados Unidos, sabiendo como podrías acabar de s...