Cinco años después...Dereck
Los demonios no dormimos un carajo y nunca he estado tan mal por eso, pero desde que Annie llegó a mi vida y he estado junto a ella me ha acostumbrado a cerrar mis ojos y perderme en el poder de morfeo, lo tome tanto como costumbre que ahora que por fin esta embarazada el sueño se ha perdido totalmente y despertar a mitad de la noche es de todos los días.
Así que ahora ya no duermo, estoy alerta todo el día para cuidar y complacer cualquier necesidad.
—¿Que pasaría si quisiera un masaje en los pies ahora mismo? —abro los ojos y encuentro a Annie sentada en mi regazo.
Una vista impresionante hace mi sonrisa aparezca de forma automática, Annie esta en ropa interior con un top flojo y toda su gran panza a la vista.
—¿Te quedaras mirándome así o me darás el masaje que te pido?, no puedo dormir —se queja y suspira pesadamente —, me ha estado pateando desde hace diez minutos, y no te quería despertar, te acostumbre a dormir y ahora ya no duermes por mi culpa, pero me duelen mucho los pies así que esto es fuerza mayor, te tienes que levantar a darme un masaje.
Justo ahora comprendo y resisto la intensidad de habla de Annie, cada vez que se queja extiende sus palabras y comienza a dar excusas, para cualquier mínima cosa.
Acaricio su barriga y ella sonríe cuando el pequeño bebé patea donde está mi mano.
—Recuéstate, te daré el masaje —chilla de felicidad y se recuesta en la cama estirando los pies.
Me levanto y voy hacia abajo y me siento sobre mis rodillas, comienzo a darle masajes en los pies, toques suaves pero firmes que alivien el cansancio.
Nunca tuve en mente tener hijos, más bien tenía predispuesto ser el último rey demonio en la línea, Annie reapareció y eso fue todo para echar hacia atrás todos los planes que tenia, así que el punto es que estaba practicando un truco que nunca pensé usar.
Acerco mi mano hacia la barriga de Annie y dibujo un círculo y adentro un pentágono, susurro las palabras adecuadas y el pequeño bebé deja de patear.
—¿Que hiciste? —dice Annie un poco tensa y nerviosa —, ¿por qué no se mueve, Dereck? —me pelea y le sonrió.
—¿No estabas cansada y querías relajarte?, estuve practicándolo y es algo para hacerlo dormir, un sueño normal, no es nada que le provoque un daño, primero me partiría las piernas y no las regeneraría nunca mas antes que hacerle daño a nuestro hijo y lo sabes —Annie se destensa y sigo masajeando sus pies y parte de sus pantorrillas.
—Lo sé, solo que... me acostumbre a sus movimientos nocturnos y de día porque no duerme, que... se siente raro, casi que lo extraño y literalmente lo tengo pegado a mi por el cordón umbilical —dice acomodándose en la cama para dormir.
—No te preocupes, más bien es mi culpa y mis genes de demonio qué pasó despierto que le pase por gen a mi hijo —los ojos de Annie cada vez caían más.
Así que el sueño ya la estaba tumbando.
—Gracias por esto —señala su panza sin ánimos y con mucho sueño —, ¿sabias que te amo, verdad? —sigo masajeando y me acerco para besar su panza.
—Sí... —le digo bajito y ella se duerme.
Suelto sus pies cuando ya noto que está en un sueño profundo, me recuesto al lado de ella y coloco una mano en su panza y la acaricio.
*****
Annie
—¡Malecay! —grita Dereck, llamando a nuestro hijo.
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MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]
WerewolfUn maldito dios de la perversion, el rey de los demonios segado de poder y erotismo... mi maldito mate. Pero no lo vale, es un idiota. Ochenta y dos años para darme cuenta que mi mate... es el mayor enemigo de mi hermano tirano. Me enteré el día de...