DIFERENTE

1

Caleb Archivalda Guzmán.

–Onde está la Caleb de la casa— apreté más fuerte los ojos cuando Iván mi hermano llegó y se aventó a la cama.

—Te doy tres pa que te levantes a la verga Iván— dije y el solo me sonrió.

—Quiero pasar tiempo con mi hermanita—

—Enserio?— pregunte poniendo mi mejor cara— me vale verga— solté la carcajada cuando mire su cara.

—Siempre es lo mismo contigo, eres bien grosera— solo me encogí de hombros haciéndole saber que no me importaba.

—Iván— mi apá llegó al cuarto viendo a su junior con mucho orgullo—Archivalda— solo me miro de arriba para abajo.

Ni siquiera me sonrió.

—pinche nombre culero que me puso— le dije y él solo me miraba serio.

—Ya déjate de estar con tus chingaos berrinches, me tienes harto— dijo mientras se acercaba más a mí.

—Enserio?— pude ver la sorpresa en sus ojos cuando dije eso. Iván mi hermano, me veía preocupado por que fuese decir una estupidez— Como sea, yo me voy—  baje de la casa me paré un instante y voltee a las escaleras, nadie me estaba viendo, solté las lagrimas que tenía reprimidas, como me cagan los hombres, sacudí mi nariz cuando escuché sus respiraciones.

Peligro y se me quedase un moco.

Iván Archivaldo Guzmán.

Mire a la niña salir de su cuarto, siempre había sido así.

—por que la tratas como si no la quisieras, es tu hija— Iván, mi hijo mayor habló dolido.

—Tu eres quien me importa Iván— le dije— Tu tomarás las riendas del negocio mientras que ella solo será una cara bonita—

Apesar de todo, Archivalda siempre había sido muy guapa.

Era mi hija, y aunque no lo dijera ella era mi adoración entera, pero en este negocio no podía hacerlo notar, no quería que mis enemigos fueran a contra de ella.

Iván y yo bajamos la escalera, ellos irían a la universidad, y yo hoy había decidido llevarlos.

Casi al llegar a la puerta mire a Archivalda, como sacudía su nariz casi perfecta para luego cerrar los ojos.
Un escalofrío pasó por mi cuerpo cuando supe que es lo que estaba haciendo.

—No deberías hacerlo—

Caleb.

Me sobresalte al escuchar a mi apá, Iván mi hermano solo me miraba con tristeza, ni modo, igual no era la primera vez que me aguantaba las ganas de llorar, por si estábamos hablando de eso que no.

—Déjame anotarlo en las cosas que me vale verga— dije y me subí a la Raptor, mire que los dos hombres se subieron y sin más empezó el camino.

—Que clases tienes hoy Valdita— me dijo Iván, sonreí al escuchar como me llamo, pero cuando mire que mi apá me estaba viendo rápido cambie la cara.

—Economía, biologia, parasitología y no sé qué mamadas más— dije viéndolo el solo asintió.

—Yo no recuerdo—

Iván era muy inteligente para la vida, pero no para la escuela.

—Apá, si te dijo la Caleb que es la más inteligente de su grado— dijo mi hermano orgulloso pero mi apá solo seguía con su aspecto frío.