Capítulo único

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Emocionado y motivado eran los términos que definían el cómo se encontraba Kim Seokjin, un lindo muchacho poseedor de cabellos negros y labios abultados, esa mañana. Su primer día de trabajo luego de 5 años de estudiante en una de las universidades más prestigiosas de Corea del Sur, lo ponían de esa forma.

Kim Industries, es una de las organizaciones más poderosas en su país y él, Seokjin, formaría parte de sus filas como asistente del director. Estaba seguro que gracias a su esfuerzo y buena presencia ascendería de forma rápida.

El día anterior se había encargado personalmente de planchar cada una de sus prendas de tal forma que todas estuvieran sin ningún tipo de arruga.

Miraba maravillado su vestimenta formal frente al espejo. Debía estar presentable para el puesto. Algunos pasantes de años anteriores le comentaron que el director era algo temperamental y muy atento al detalle.

No quería generar malas impresiones en su primer día laboral. Es por ello que miro tutoriales de cómo atar una corbata y al final dejó que su hermano mayor hiciera el nudo por él, pues sus nervios eran tantos que impedían la formación correcta de la prenda.

Al momento de salir de su hogar, su madre besó ligeramente su frente, diciendo en leves susurros lo orgullosa que estaba de Seokjin, le entregó su desayuno en una bolsa de papel mostaza con pequeños diseños de su personaje animal favorito de nombre RJ para la buena suerte y un vaso térmico color gris que contenía su tan amada leche de chocolate.

Sorbiendo de la pajilla de su termo color gris y disfrutando del dulce sabor de su bebida favorita es como Kim Seokjin ingresó a las instalaciones de Kim Industries.

Sin duda alguna aquellos que lo vieron ingresar quedaron maravillados por la belleza del chico pelinegro.

Todo parecía querer ir bien ese día.

Sin embargo, aquello no duró mucho, pues ocurrió un pequeño accidente.

Justo esa mañana, Seokjin tuvo que pasar al lado de Park Jimin, un chico de cabellos rubíes que tendía a tropezarse con sus pies muy a menudo.

Un choque se dio entre ambos e hizo que toda la bebida y alimentos que cargaba el pelinegro en sus manos manchara su camisa cuidadosamente planchada.

—Perdón, en serio mil disculpas —lamenta Park Jimin, mientras realizaba reverencia tras reverencia— No fue mi intención, normalmente soy así —dice cabizbajo y con voz baja — Ayer casi me caigo de las escaleras del doceavo piso...— su diatriba es interrumpida por el chico nuevo.

—Mi camisa la arruinaste — dice sorprendido sintiendo pegajosa la zona del torso.

Seokjin no sabía si sentirse enojado o angustiado, pero de algo estaba seguro. Tenía ganas de llorar y darle un buen golpe a ese muchacho pelirrojo. Todo el esfuerzo que tardó en alistarse fue tirado a la basura.

—¿Otra vez con tus accidentes, Park? — una tercera voz se mete a la conversación.— No entiendo, porque me sigo sorprendiendo.

—Es mejor que cierres la boca, sino tienes nada que aportar— entona enojado Jimin.

Mientras tanto, Seokjin miraba a todos lados en busca de encontrar alguna solución a su camisa manchada de leche chocolatosa.

—Era mi primer día aquí— enuncia Seokjin en voz baja.

Ambos chicos miran al pelinegro y sienten algo de pena por su situación. Uno más que otro, claro.

—Disculpame, por favor —dice apenado— No fue para nada mi intención, quizás yo pued...

Director Kim [OS]- NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora